En un cambio clave Estados Unidos respalda los límites a la producción de plástico

26.08.2024 | Economía Circular

Asimismo, la administración Biden apoyará la creación de una lista de plásticos problemáticos y productos químicos peligrosos.


La administración Biden ha anunciado su respaldo a los límites en la producción de plástico como parte de un tratado global propuesto por las Naciones Unidas, marcando un cambio significativo en su postura sobre la gestión de residuos plásticos, según informó Reuters. Este anuncio llega en un momento clave, mientras el mundo trabaja para elaborar un acuerdo internacional destinado a reducir la contaminación plástica.

Históricamente, Estados Unidos se había opuesto a imponer límites a la producción de plástico, prefiriendo en cambio estrategias centradas en aumentar la tasa de reciclaje y limpiar los residuos plásticos existentes. Sin embargo, la administración Biden ahora apoya la inclusión de restricciones a la producción en el tratado global, que está siendo negociado desde marzo de 2022, cuando la ONU acordó un marco para "terminar con la contaminación plástica". Hasta la fecha, el progreso en las negociaciones ha sido lento debido a desacuerdos sobre el alcance del tratado.

Además de apoyar los límites a la producción, Estados Unidos también respaldará la creación de una lista de plásticos problemáticos y productos químicos peligrosos. Esta posición se alinea más estrechamente con un grupo de países denominado "de alta ambición", que incluye a Canadá, Noruega, Perú, Ruanda, el Reino Unido y más de 60 países adicionales. Este grupo aboga por una reducción significativa en la producción de plástico, proponiendo una disminución del 75% en la producción global de plástico para 2040 para limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius.

La postura de Estados Unidos ha generado respuestas diversas: por un lado, los Grupos industriales, como el American Chemistry Council, han criticado la decisión, calificándola de "equivocada" y advirtiendo sobre posibles repercusiones negativas en la economía y el empleo en la industria del plástico. 

Por otro lado, las organizaciones ambientalistas han celebrado esta nueva postura. Christina Dixon, líder de la campaña oceánica de la Agencia de Investigación Ambiental, ha elogiado el cambio como una "señal bienvenida" que podría influir positivamente en las negociaciones. Anja Brandon, directora de política de plásticos para Ocean Conservancy, destacó que el apoyo de Estados Unidos a los límites de producción refleja el deseo del público estadounidense de abordar la crisis de la contaminación plástica.

Se estima que cada año se fabrican alrededor de 460 millones de toneladas métricas a nivel mundial, principalmente a partir de combustibles fósiles, y solo el 9 % se recicla. Además, casi el 40 % de la producción mundial de plástico se destina a artículos de un solo uso, como envases y productos de servicio de alimentos.

A medida que se acerca la ronda final de negociaciones del tratado, programada para comenzar en noviembre en Busan, Corea del Sur, el cambio en la política estadounidense podría jugar un papel crucial en la configuración del acuerdo final. Los defensores del ambiente están esperanzados de que Estados Unidos apoyará iniciativas clave como el "Puente a Busan", una declaración que busca comprometer a los negociadores con objetivos de producción sostenible.

El próximo encuentro en Busan será decisivo para determinar si el tratado global podrá incorporar las ambiciones de los países a favor de la reducción de la producción de plástico, frente a las demandas de los principales productores de petróleo y plástico que prefieren centrarse en la gestión de residuos.

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