"Estamos empezando a convencer a otras industrias de que es posible ser sostenible siendo rentable"
Conozca la historia de Florex, una Pyme de Costa Rica de servicios de limpieza que luego de descubrir que alguno de los insumos que utilizaba enfermaban a sus empleados, decide crear su propia empresa de productos de limpieza basada en los principios de no dañar ni a las personas ni al ambiente. En este diálogo con ComunicaRSE, Silvia Chaves Quesada, co fundadora de la empresa nos cuenta hacia dónde va la sustentabilidad de esta empresa que se proyecta como modelo en Centroamérica.
En el recorrido de la empresa uno puede ver que Florex no es una empresa que se haya encontrado con la RSE en su camino, sino más bien que nació y fue fundada con esos valores ¿Es correcto pensar eso?
La empresa nació como una empresa de servicios terciarios, y se centró en el servicio de limpieza, dando empleo a mujeres de bajos recursos. Con el tiempo las mujeres que trabajaban comenzaron a enfermarse, tenían alergias, problemas respiratorios, asma y resultó que era por el contacto directo con los químicos de los productos de limpieza. Seguimos investigando y descubrimos que muchos de esos componentes habían sido prohibidos en Europa y en EE.UU por los daños que podían provocar.
En ese punto nos replanteamos el proceso y decidimos crear productos menos dañinos para las personas, no podíamos seguir enfermando a nuestra gente y tampoco al ambiente, ya que los productos también tenían impacto en los recursos.
En ese momento, nace la segunda empresa, una empresa productora y comenzamos con el proceso de investigación y desarrollo.
Cuando analizamos el tema de los componentes y todo lo que implicaba la producción, pedimos ayuda al programa de la ONU de medio ambiente y nos contactaron con expertos en el tema químico para desarrollar todo el ciclo de vida. Trabajamos siempre pensando en el impacto que estos productos iban a tener, así creamos un laboratorio de investigación y desarrollo, para lograr las mejores mezclas, menos impactantes.
Después invertimos y creamos la fábrica, teniendo en cuenta aspectos ambientales, como la iluminación natural, recolección de agua de lluvia, tratamiento de aguas residuales, entre otros.
También tratamos de disminuir la generación de residuos y utilizamos envases que puedan ser reciclados. Por lo tanto, diseñamos todo un sistema de gestión para recolectar los envases y ayudar a nuestros clientes a ser responsables de esos envases hasta que los pasemos a recolectar.
Con todo este proceso abarcamos el ciclo de vida del producto completo.
¿En qué consiste el programa de educación para el desarrollo sostenible que implementaron?
Por un lado, la empresa maneja una política de puertas abiertas, se reciben visitas de escuelas, universidades y en las visitas se busca brindar educación ambiental. Se enseñan acciones ambientales que pueden implementar en sus hogares y trabajo. Por otro lado, también recibimos visitas de empresas interesada en mejorar los procesos que ya tienen implementados y en otras ocasiones nos piden a nosotros que vayamos a enseñarles, así brindamos educación y ayuda ambiental.
Otro punto de la educación ambiental es que estamos empezando a convencer a las industrias que es posible hacer producción de manera sostenible siendo rentable. En este sentido, compartimos experiencias, les enseñamos cómo lograr un modelo financiero y técnico para ser autosuficientes, y lo enseñamos a otras industrias de otros sectores.
¿Cómo es la estrategia para cambio climático de la empresa?
Desde el 2010 llevamos registros sobre el consumo, pero nosotros ya veníamos realizando medidas para ahorrar energía, por ejemplo, el manejo por gravedad para tratar nuestros productos líquidos. Por lo tanto, estas prácticas, nos ayudaron a ir reduciendo el consumo en un contexto de aumento de producción.
Con respecto a la compensación, nosotros decidimos certificarnos con norma país e invertir en Costa Rica. Decimos invertir en el sistema del fondo nacional de financiamiento y buscar las áreas donde más teníamos impactos. Juntamos la estrategia comercial con la estrategia de compensación, y como muchos de nuestros productos van al sector hotelero, decidimos invertir en el sector turístico.
Tratamos de buscar el área de influencia de la planta principal, en ese sentido realizamos acciones de protección y reforestación en áreas que tenemos impacto.
Su principal materia prima es el agua ¿Cómo la cuidan en el proceso productivo? y ¿cómo promueven el uso responsable del agua?
Toda el agua que se utiliza en la planta lleva controles estrictos sobre el consumo. Contamos con varias etapas de medición por separado para determinar cuál es el consumo en la producción como materia prima y cuál es el consumo en otras áreas.
Llevamos controles mensuales y tenemos una meta asociada a ese consumo. Los controles nos permiten analizar si alguna área aumentó o no el consumo con respecto al mes anterior y averiguar porque aumento o que se puede hacer para disminuir. Buscamos que la planta en su totalidad cumpla la meta.
Por otro lado, en el proceso de investigación y desarrollo se busca generar productos concentrados para a través de eso hacer una reducción importante del uso de agua. Por ejemplo, lo que generalmente tiene un bidón lo concentramos en un pote de 60 ml, y este pote está diseñado que se agregue agua y se pueda usar. Ese el esquema de producto concentrado, y es solo una mezcla de productos líquidos que no requiere agua en su elaboración.
¿Cómo reacciona el mercado antes estas innovaciones?
Primero solo lo trabajamos desde nuestra empresa de limpieza y nuestros clientes empezaron a pedirlos para también llevarlos a sus casas. Hoy en día ya nos lo pidieron los supermercados con nuevos formatos para ofrecerlos al consumidor final.
¿El atributo de la sustentabilidad agrega a valor a su negocio?
Sí, lo agregó. Nosotros hemos sido claros en las diferencias que tiene este producto. Brindamos un producto con menos impacto ambiental y a las personas, por lo que nos focalizamos en ese punto e insistimos en esos atributos, y hemos logrado que nos reconozcan como una empresa seria y nos ha ayudado a asentarnos con empresas consumidoras.
¿Son más caros los productos?
Son un poco más caros, pero actualmente estamos compitiendo bien. Se lograron ahorros importantes en consumo energético y agua, por lo que estamos trabajando para que no sea más caro, lograr un precio intermedio. Buscamos no trasladar al consumidor el precio de producir de manera diferente.
¿Qué entienden por “comercio justo”, un concepto que que aparece entre sus valores?
En nuestra cadena de suministro tenemos fabricante de insumos que vienen desde Europa, pero cuando nosotros investigamos observamos que muchas de esos componentes tienen materias primas vienen de América Latina donde no ha existido capacidad ni desarrollo para ponerlas en condiciones de ser usado en los productos. Las materias primas van a Europa y de ahí se venden a nuestra región. Eso tiene un impacto, una huella ecológica, por lo que nosotros tenemos trabajar para lograr responsabilidad con ellos.
La empresa fue reconocida por el “Reconocimiento Costa Rica Incluye”, pero en lo números, hay una disparidad en género, ¿Cuáles son las causas?
Somos todavía una empresa muy manual. En la fábrica hay muchas tareas como etiquetado o llenado, por lo que hay un tema de fuerza física y en ese tipo de operaria la mayoría son varones.
En la parte administrativa, hay más oportunidades para mujeres. Pero la planta está alejada del área metropolitana, por lo que es más difícil que las mujeres vengan a trabajar tiempo completo. Además, como es un área de ingeniera e industria química cuando publicamos un puesto aplican más varones, ya que son los que más estudian este tipo de carreras.
De todas maneras, ahora que sabemos que esas barreras existen, podemos lograr una condición diferente, pero es un proceso en el que estamos trabajando.
Un asunto critico de su industria es el impacto en la generación de resiudos a través de los envases.¿Cómo planean disminuir el impacto?
Por un lado, participamos en el programa Ambientados, donde se organizan actividades de recolección y luego se entregan para la disposición final.
Pero es un proceso difícil de lograr, hemos trabajado recogiendo envases con contra entrega, es decir, el cliente se queda con los envases hasta la próxima entrega y retiramos los envases usados. En este proceso le otorgamos un certificado indicando cuánto hemos recogido y en cuántos meses y su disposición final, pero este tipo de acciones es más fácil de llevar con clientes corporativos.
En el caso del consumo masivos hemos hechos algunos intentos, como por ejemplo colocar cestos en los retails, exclusivos para nuestros envases, pero al principio se llenaron de basura de otro tipo o después nos pedían dinero. Podemos decir que todavía no está resuelto, pero seguimos intentando. Actualmente estamos haciendo alianzas con centros de reciclajes locales, para que de manera voluntaria puedan depositar los envases en esos puntos.
Desde la innovación, a nivel industria, ¿cuánto falta para mejorar y diseñar packagings biodegradables?
En la región estamos lejos, la tecnología existe en Europa, como las materias primas naturales, pero estamos lejos para que el mercado lo acepte y pague el precio. En nuestro caso decimos utilizar un material que soporte el producto y que tenga menos impacto y que, eventualmente, lo podamos reciclar. Estamos analizando otras alternativas que generar productos hidrosolubles con impactos ambientales bajos y que se vayan con el producto. Otra acción que hemos hechos es a través de redes sociales, que la primera vez compren botellas y después compren el repuesto para generar menos desechos.
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