La presión sobre las marcas de indumentaria es cada vez mayor pero aún se cuenta con poca información sobre el desempeño ambiental real de la industria y su cadena de valor, destaca el estudio. Por ello su objetivo pretende ofrecer información específica para que la industria pueda establecer objetivos verdaderamente sostenibles,y  tomar decisiones basadas en la ciencia.

"Sabíamos que el impacto de la moda era importante, pero no teníamos la visión métrica basada en la ciencia de lo que realmente significaba. Este estudio nos permite responder algunas de estas preguntas, descartar algunas de nuestras suposiciones colectivas y proporcionar orientación a aquellos comprometidos a actuar", afirma Annabelle Stamm, consultora senior de sostenibilidad de Quantis.

El estudio se basa en datos de impacto específicos de la industria, tomados de la Base de Datos del World Apparel Lifecycle. Asimismo utiliza un enfoque de indicadores múltiples para evaluar diferentes áreas de impacto como el uso del agua y los impactos del ecosistema junto con las emisiones de gases de efecto invernadero para garantizar una evaluación equilibrada en múltiples frentes. Finalmente proporciona una perspectiva de la evolución de los impactos a lo largo del tiempo (pasado y futuro) y conecta esto con palancas específicas para el cambio en toda la cadena de valor.

Las conclusiones destacan que la industria de la vestimenta representa el 6.7% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, más del 50% proviene de 3 fases: producción de fibra (15%), preparación del hilo (28%) y la fase de mayor impacto: teñido y acabado (36 %).

En un escenario sin cambios, se espera que el impacto climático de la indumentaria aumente en un 49%, lo que equivale a las emisiones anuales totales de gases de efecto invernadero en los Estados Unidos.

Se identificaron 3 palancas de cambio: replanteamiento de las fuentes de energía, reducción disruptiva y diseño para el futuro.