Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo emitió el primero Bono Verde por $2,500 millones de pesos mexicanos, con el diseño de una metodología estándar para proyectos de agricultura protegida (invernaderos) que buscan mitigar el cambio climático.

El bono apunta a fomentar el desarrollo de sectores rurales, agropecuario, forestal y pesquero de México, con una colocación a tres años y a una tasa de interés variable anual.

Por su parte, la División de Conectividad, Mercados y Finanzas del BID, diseñó una metodología para establecer criterios estandarizados que deben cumplir los proyectos. Los mismos incluyen el uso eficiente de superficie o tierra agrícola para reducir las emisiones de dióxido de carbono, así como la eficiencia en el uso del agua para la producción agroalimentaria, en la mayoría de los casos de invernaderos.

Además de la cooperación del BID, la iniciativa contó con el apoyo de la Iniciativa Climática Internacional (IKI) del Ministerio de Medio Ambiente alemán, y están siendo certificados por Climate Bonds Initiative. Por otro lado, tuvo una revisión por parte de Sustainalytics, empresa de evaluaciones de gobernanza social, ambiental y corporativa, verificando que las inversiones se encuentran dentro de los Principios para Bonos Verdes (Green Bond Principles ) de la Asociación Internacional de Mercados de Capitales de Gran Bretaña.