“Hay una interdependencia entre la competitividad empresarial y la sostenibilidad de las comunidades”

25.10.2017 | Entrevistas

Margareth Florez, ‎Directora Ejecutiva de RedEAmérica, conversó con ComunicaRSE sobre los desafíos en América Latina para construir confianza y articular entre actores diversos en temas de inversión social. Florez describió el concepto "Comunidades Sostenibles" con el cual trabajan e indagó en el potencial del rol de la mujer como agente social.


RedEAmérica trabaja desde el año 2002 con cerca de 80 empresas y fundaciones empresariales acompañándolas a expandir la promoción de comunidades sostenibles. Margareth Florez,  ‎Directora Ejecutiva de RedEAmérica, describió este concepto que subyace a su estrategia de trabajo.

¿En qué consiste el concepto "Comunidades Sostenibles" y cómo se relaciona con la realidad social de América Latina?

“En RedEAmérica creemos que hoy en día las empresas ya no pueden desconocer lo que ocurre en los entornos en donde operan. Creemos que los territorios donde operan las empresas no sólo son los lugares donde obtienen su materia prima y su mano de obra, sino que son territorios que condicionan el desarrollo del negocio. Por lo tanto creemos que hay una interdependencia entre la competitividad de las empresas y la sostenibilidad de sus entornos donde operan. La invitación que hacemos a las empresas es a pensar integralmente cómo pueden contribuir en el desarrollo de estas comunidades incorporando el desarrollo sostenible a su modelo de negocio. Se trata de pensar no solo a través de los proyectos sociales sino a través de los productos y servicios con criterios socio-ambientales e involucrar a su cadena de valor para contribuir al desarrollo de las comunidades.

Cuando hablamos de ‘comunidades sostenibles’ estamos pensando en un desarrollo que se construya a través de los múltiples actores del territorio, donde las empresas son un actor más. La conexión entre actores es clave, es necesario un trabajo entre sector privado, ONG y empresas para promover el diálogo y una visión compartida de lo que es el desarrollo.  La perspectiva es construir un desarrollo armónico entre los social, lo ambiental, lo institucional desde un enfoque a largo plazo. Nosotros creemos además que es clave para todo este proceso la construcción de capacidades colectivas porque creemos que para asegurar una mayor perdurabilidad de las iniciativas hay que trabajar sobre las capacidades de los actores del territorio, en particular de las organizaciones de base”.

- ¿Cuáles son los mayores desafíos que deben enfrentar estas organizaciones de base?

“Reconocemos que estas organizaciones tienen activos muy importantes, como por ejemplo conocer el lugar y las necesidades de las comunidades; la capacidad de comprometer a los actores en el desarrollo de un proyecto. Pero también consideramos que necesitan fortalecer sus capacidades de pensamiento estratégico, para dialogar con otros actores y para llevar adelante sus propias iniciativas. Es clave lograr empoderarlos para que puedan participar en los diálogos desde el lugar de la igualdad y el lenguaje común”.

- ¿Qué rol juega la articulación en el logro de una comunidad sostenible?

“La articulación es un elemento fundamental en la construcción de comunidades sostenibles. En primer lugar, porque no es posible construir el desarrollo sostenible en soledad, un actor solo en un territorio no tendría el impacto y la escala suficiente para lograr cambios. En segundo lugar, la articulación no debe ser de cualquier tipo, tiene que ser entre actores diversos, tiene que estar el sector privado y público, tienen que estar las ONG, las organizaciones de base. Cada actor aporta un saber, una visión y unas capacidades distintas que se combinan a favor del propósito común”.

- ¿Cómo se construye confianza entre los actores involucrados en una red, sobre todo en América Latina donde hay una crisis de confianza en las instituciones?

“Yo considero que uno de los déficits de América Latina es la desconfianza de los actores. Por ello nos esforzamos en crear iniciativas que afiancen la confianza. Estamos hablando de actores que tienen lógicas, intereses y tiempos distintos. Construir confianza entre ellos es todo un desafío, pero insisto que esto a la vez es un propósito. Nosotros creemos que la confianza se construye a través de un diálogo abierto, franco, y a través de la transparencia.
En América Latina, a veces se piensa que se deben esconder los intereses y que mostrarlos es ilegítimo. Nosotros creemos que los intereses son legítimos, deben ser claros para todos, deben ser parte de lo que se discute. A menos que estemos hablando de intereses perversos, por supuesto. Lo mejor es explicitar los intereses y buscar el punto común, lo que nos une para lograr el propósito en conjunto. La confianza, por ello, se construye a través de un diálogo abierto y transparente. También sabemos que la confianza es uno de los elementos más difíciles de construir y más fáciles de destruir. Pero creemos que incluso en los casos donde la confianza está deteriorada la forma de abordar este desafío es con diálogo franco y abierto, mostrando empatía con el otro y pensando en cómo construir juntos el camino”.

- ¿Cuál es el potencial del rol de la mujer como agente social en las comunidades sostenibles?

“En todos los países de América Latina las mujeres son protagonistas de las iniciativas. Pero a medida que aumenta la escala de las iniciativas el papel de la mujer empieza a diluirse. Esto tiene una explicación cultural, relacionado con el techo de cristal en ciertas posiciones de poder en los procesos comunitarios. Las mujeres tienen unas características muy afines con el enfoque de comunidades sostenibles,  porque tienen facilidad para el diálogo, la construcción colectiva, la articulación. Son más proclives a promover liderazgos compartidos. Lo interesante es la diversidad de visiones. El principal desafío es entender que la diversidad de los actores es clave para la articulación, no sólo pensando en mujeres, también en jóvenes, en personas con discapacidad, en niños”.

- ¿Cómo ve la situación de la Inversión Social Privada en la región?

“Creo que la  inversión social privada en la región se ha profesionalizado, pero como el mundo cambia en una velocidad impresionante estos avances quedan neutralizados por los nuevos desafíos que surgen.

Considero que es importante que el sector empresario entienda mejor sus entornos, sepa interpretar el contexto y los impactos de la empresa sobre ese contexto. Creo que otro gran desafío es mejorar la articulación y la confianza. Entender que el trabajo articulado trae las mejores soluciones de negocio para promover el desarrollo social”.

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