Invertir en instrumentos ESG puede prevenir grandes costos financieros y de reputación institucional

13.07.2020 | Inversores

Dos nuevos estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) demuestran los impactos positivos para inversionistas, empresas y bancos que toman en cuentan factores medioambientales, sociales y de género en su toma de decisiones.


Los  estudios se llevaron a cabo en Chile. El primero analizó la discriminación en la aprobación de créditos por parte de oficiales de bancos y el segundo comparó el rendimiento de instrumentos que cumplen con factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés). Los informes encontraron amplia discriminación a mujeres en la aprobación de créditos, y rendimientos sólidos para empresas y bancos que invierten en instrumentos ESG frente a  sus contrapartes que no cumplen con estos estándares.

“Hay una percepción errada de que las políticas medioambientales y de género son costosas o que no resultan rentables”, dijo el economista jefe del BID, Eric Parrado, quien estuvo involucrado en ambos proyectos de investigación. “Esto no es así. Invertir en instrumentos que se basan en buenos principios medioambientales y sociales es lo correcto desde un punto de vista moral y financiero”.

Factores medioambientales

Los investigadores analizaron las inversiones de los fondos de pensiones y los fondos soberanos de Chile. Para los fondos de pensiones, encontraron que en la mayoría de los casos el retorno de la cartera ESG excedía la asignación de cartera promedio. Utilizando cuatro índices globales de capital y tres índices de instrumentos de renta fija, encontraron que los índices ESG, a menudo, superaron sus contrapartes convencionales en rendimientos acumulados.

Los investigadores notaron que invertir en instrumentos ESG puede prevenir grandes costos financieros y de reputación institucional. Un mejor manejo de riesgos ESG, a menudo, conlleva una mejor gestión empresarial. Firmas con buenas prácticas ESG también pueden evitar desastres potenciales y están mejor posicionadas para recuperarse cuando ocurren desastres.

Discriminación de créditos

En la segunda investigación, un grupo de hombres y mujeres fueron encargados de solicitar créditos de manera aleatoria a oficiales de crédito en el sistema financiero chileno.

Los resultados indicaron que las solicitudes comparables de crédito por parte de mujeres tenían un 18,3 por ciento menos probabilidad de ser aprobados frente a solicitudes equivalentes por parte de hombres, a pesar de que las estadísticas indican que las mujeres en Chile tienen una mayor probabilidad de pagar sus deudas que los hombres.

Los investigadores estimaron que las utilidades “perdidas” por los rechazos basado en género equivalen a US$1.785, o 23 por ciento del tamaño del crédito promedio. También encontraron evidencia de que la discriminación en contra de las mujeres es basada en preferencias de  los oficiales de género masculino. Además, hallaron que los bancos con una mayor proporción de oficiales de género masculino discriminan más en contra de las mujeres.

Los bancos pueden generar más utilidades si eliminan la discriminación de género en sus decisiones sobre créditos”, dijo Parrado. “Esto resulta aún más cierto durante una pandemia, cuando los bancos están tomando decisiones sobre créditos de emergencia. El coronavirus es la máxima prueba de estrés. Ignorar las mejores prácticas en las salvaguardias medioambientales y sociales empeora la desigualdad y el rendimiento económico de los países”.

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