Perfil: después de casi dos décadas de carrera exitosa en JP Morgan, John Fullerton se embarcó en una búsqueda de propósito más allá de lo que se define como éxito en Wall Street. Desde entonces, ha estado trabajando de una manera inspiradora para repensar el capitalismo desde una perspectiva sistémica y holística.

Para Fullerton el mundo actual enfrenta lo que se ha denominado como la "crisis polifacética", la cual abarca problemas sociales, políticos, económicos, financieros y ecológicos que se entrelazan y se exacerban mutuamente. Ante esta complejidad, argumenta que nadie, ni siquiera él mismo, puede pretender tener la solución definitiva. Y en lugar de abordar esta crisis como un problema que necesita ser resuelto, propone un cambio fundamental en la forma en que vemos la economía, que es entenderla como un sistema vivo, y en donde la economía regenerativa juega un importante papel.

A futuro Fullerton observa que el desafío de transformar nuestra economía hacia una visión regenerativa es monumental. “Debemos hacerlo en medio de una crisis ecológica que amenaza la vida en el planeta. Sin embargo, una lección importante de los sistemas es que cambian en respuesta a la presión. A medida que la situación empeora, la transformación hacia una economía regenerativa se vuelve no solo posible sino inevitable”. Es por eso que propone un enfoque revolucionario para repensar el capitalismo, centrado en la autorganización, la colaboración y la protección de los bienes comunes naturales. “A medida que enfrentamos desafíos sin precedentes, la economía regenerativa se presenta como una respuesta inevitable a la crisis polifacética que enfrentamos”, explica.

Repensar la Sostenibilidad y el Capitalismo

Para Fullerton, en el mundo actual enfrentamos una dualidad en la forma en que abordamos los problemas y en cómo comprendemos el mundo que nos rodea. “Esta dualidad se refiere a las energías masculinas y femeninas, las cuales representan diferentes enfoques y formas de conocimiento. A menudo, se simplifica esta dualidad en términos de lo masculino como analítico y lo femenino como creativo, conceptual o intuitivo. Desde la revolución científica, hemos otorgado un alto valor al pensamiento analítico y hemos subestimado el pensamiento intuitivo. Esto ha llevado a recompensar y promover uno sobre el otro, generando desequilibrio en nuestra forma de abordar problemas”.

A su entender, en la actualidad el énfasis en el pensamiento analítico ha llevado a un enfoque en la eficiencia y el crecimiento a corto plazo, recompensando la toma de decisiones basada en datos concretos. Por eso argumenta que el cambio necesario no se limita a la educación convencional, sino a un cambio de paradigma. “Debemos cuestionar el paradigma que coloca a la analítica por encima de la intuición. Se trata de una nueva forma de ver y comprender lo que ya vemos, pero desde una perspectiva diferente. Este cambio de paradigma es esencial para cambiar la forma en que abordamos los desafíos globales”.

Advierte que cuando se trata de aplicar este nuevo enfoque a las finanzas y los mercados, es necesario abordar la especulación excesiva y el cortoplacismo. “La respuesta no es solo educación, sino también una reforma de las reglas y regulaciones que rigen los mercados financieros. Por ejemplo, la implementación de un impuesto a las transacciones financieras es una solución que podría desincentivar la especulación excesiva, pero requiere un cambio de paradigma en la forma en que entendemos la eficiencia de los mercados”.

Uno de los desafíos actuales que menciona Fullerton es el desequilibrio de poder en los mercados y la concentración de poder en manos de unas pocas grandes empresas. “La ideología de la supervivencia del más fuerte y la competencia a ultranza es incompatible con una comprensión realista de cómo funcionan los ecosistemas. Se necesita una regulación más estricta y una ejecución valiente de estas regulaciones para mantener el equilibrio en el sistema económico”. También considera que la eliminación de obstáculos, como la eliminación de incentivos a la especulación excesiva, puede llevar a un comportamiento económico más sostenible y equitativo.

Otro aspecto destacado para Fullerton es que el enfoque actual en la sostenibilidad se basa en la idea de que los mercados pueden solucionar problemas, siempre y cuando haya suficiente transparencia y datos disponibles. “Sin embargo, esta premisa es simplista”, explica. “Los mercados son una herramienta, no una solución en sí mismos. Para abordar problemas complejos como el cambio climático, debemos cambiar nuestra forma de ver la economía y considerar cómo nuestras acciones afectan a la humanidad y al planeta en su conjunto”. Y agrega que un elemento clave que falta en la conversación sobre sostenibilidad es el umbral de sostenibilidad. “Debemos establecer límites a cuánto de algo podemos permitir antes de que se vuelva insostenible. Esto implica tomar decisiones difíciles sobre qué es más importante: las comodidades individuales o el bienestar colectivo. La sostenibilidad real implica cuestionar nuestros deseos individuales en aras del bienestar del planeta y de toda la humanidad”.

Hacia un cambio de sistema: desafíos y esperanzas para el capitalismo

Para Fullerton, el camino hacia un sistema económico más sostenible y equitativo no es fácil, pero es necesario. “Como sociedad, debemos ser valientes y estar dispuestos a desafiar las normas establecidas. El cambio de sistema es un proceso, y estamos en el camino correcto hacia una economía más regenerativa y consciente”, afirma. A continuación algunas ideas que propone para seguir:

• La conversación que necesitamos: En un mundo en constante evolución, se hace evidente que debemos abordar los desafíos de manera diferente. No basta con seguir el camino trazado, es hora de reconsiderar nuestras elecciones y cómo abordamos los problemas. Sin embargo, la conversación necesaria no está teniendo lugar, y debemos reconocer que las decisiones que tomamos son elecciones conscientes. “Estamos convencidos de que podemos hacer lo que queramos, pero debemos entender que eso implica hacer las cosas de manera diferente”.
   
• Sostenibilidad y rentabilidad: El dilema ha sido un tema de debate constante. ¿Es posible que las empresas orientadas a la sostenibilidad sean también rentables? “Esta es una pregunta fundamental, y la respuesta no es tan simple como parece. A menudo, se asume que las empresas sostenibles deben luchar por el bienestar social y ambiental a expensas de sus ganancias. Sin embargo, los hechos demuestran que esto no es necesariamente cierto”.
   
• El costo de las externalidades: Un enfoque que merece consideración es el concepto de "internalizar las externalidades". Esto significa que las empresas deberían asumir los costos sociales y ambientales de sus operaciones y reflejarlos en sus estados de pérdidas y ganancias. “Estudios e intuición nos indican que, si se hace esto correctamente, muchas empresas en la actualidad serían no rentables. Esto nos muestra que el panorama de ganancias actual está distorsionado y no refleja el verdadero costo de las actividades empresariales”.
   
• El cambio de paradigma: “Es importante reconocer que debemos cambiar el paradigma desde el cual operamos. No podemos seguir midiendo el éxito basado en un punto de referencia defectuoso. El concepto de crecimiento constante desde una base errónea no es sostenible a largo plazo y debe ser reconsiderado”.
   
• Políticas para fomentar la sostenibilidad: No podemos esperar que las empresas sostenibles enfrenten solas el desafío de la sostenibilidad. “Se necesita una colaboración entre el sector privado y el público. Las políticas y regulaciones deben respaldar y fomentar la sostenibilidad”.