La inclusión financiera como política de inserción productiva

15.11.2018 | Tendencias

La CEPAL publicó un nuevo documento con un abordaje novedoso sobre lo que hoy se entiende por inclusión financiera. Más allá de ampliar los niveles de acceso financiero y bancarización, también se refiere a las políticas para mejorar y perfeccionar el uso del sistema financiero para las pymes y hogares que ya forman parte del circuito financiero formal.


En su definición tradicional, la inclusión financiera abarca todas las iniciativas públicas y privadas, tanto desde el punto de vista de la demanda como de la oferta, orientadas a brindar servicios a los hogares y las pymes que tradicionalmente están excluidos de los servicios financieros formales, utilizando productos y servicios que se adecuen a sus necesidades. 

América Latina es una de las regiones que cuentan con menores niveles de inclusión financiera relativa. En promedio, menos de la mitad de las personas mayores de 15 años (45,8%) de la región tienen acceso al sistema financiero. En el sector productivo, también se observan bajos niveles de acceso de las pymes al sistema financiero formal y una elevada desigualdad entre los niveles de acceso de las pequeñas y las grandes empresas. Según la información disponible, en América Latina, en promedio, poco más del 45% de las pequeñas empresas tienen acceso al crédito de instituciones financieras formales. 

Esta nueva aportación de la CEPAL lleva el asunto un poco más allá y plantea a la inclusión financiera concebida como una política de inserción productiva. Se trata de usar el sistema financiero como instrumento para ampliar las posibilidades de ahorro y consumo de las personas y, a la vez, mejorar el aprovechamiento de los talentos empresariales y las oportunidades de inversión. 

Se trata de usar el sistema financiero como un instrumento para ampliar las posibilidades de ahorro y consumo y, a la vez, mejorar el aprovechamiento de los talentos empresariales y las oportunidades de inversión. De esta manera, la inclusión financiera permite al sistema financiero responder a las distintas y heterogéneas necesidades de financiamiento de las empresas en las diferentes etapas del proceso productivo y tecnológico.

En este libro la CEPAL se analiza la inclusión financiera en América Latina tomando como punto de partida el hecho de que la inclusión constituye una política de desarrollo productivo y que la banca de desarrollo puede desempeñar un papel central en la inclusión financiera a través de la innovación financiera. 

Examinar la inclusión financiera únicamente desde el lado de la oferta es una lectura incompleta de la situación. Las encuestas muestran que existe una alta proporción de pymes que revelan no tener necesidades de financiamiento externo”- explica Esteban Pérez Caldente, uno de los editores del libro-“Existe cierta información empírica que recalca la importancia de la demanda, visión que contradice las hipótesis en que la inclusión financiera se ve como un fenómeno de acceso al sistema financiero (es decir, de bancarización). En concreto, la falta de inclusión financiera puede entenderse como un problema de insuficiencia de demanda”, agrega. 

A nivel regional, se observa que el sector financiero creció a una tasa del 13,82% en el período, mientras que el PIB lo hizo a una tasa del 1,44% , tal como se indica en el gráfico. La profundización financiera es importante, pero no asegura el desarrollo financiero. Este requiere el diseño y la construcción de un sistema financiero inclusivo y dedicado al financiamiento productivo. La inclusión financiera implica dos elementos centrales: 

- brindar acceso a los servicios financieros formales a quienes carecen de ellos y 
- mejorar y perfeccionar el uso del sistema financiero para aquellos que forman parte del circuito financiero formal.

La inclusión financiera debe ser concebida como una política de inserción productiva, porque amplía las posibilidades de ahorro y consumo de las personas y mejora el aprovechamiento del talento empresarial y las oportunidades de inversión de las pymes”, concluye la CEPAL.

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