La Agenda de Acción de Addis Abeba pone de relieve que la financiación pública y privada será clave para alcanzar la Agenda 2030. Además, destaca que la actividad comercial privada, la inversión y la innovación son los principales motores de la productividad, el crecimiento económico inclusivo y la creación de empleo.

El Reporte de resultados de la Agenda de Addis Abeba, publicado en abril de 2016 pero oficialmente discutido hoy en la Asamblea General, se dedica a abordar el rol de la financiación pública para alcanzar la Agenda 2030 y el rol que el sector privado puede ejercer en este sentido.

El Reporte afirma que la “inversión privada a largo plazo es fundamental para apoyar la implementación de los ODS, el crecimiento, el empleo, la transformación estructural, la inclusión social y la sostenibilidad ambiental”. No obstante, destaca que las finanzas y la inversión no siempre se asignan a esferas donde son necesarias para el desarrollo sostenible. Y subraya que en los últimos años las corrientes de capital privado a los países en desarrollo han sido muy volátiles elevando el riesgo de la inestabilidad financiera.

Por otro lado, se destacan las iniciativas de responsabilidad de las empresas del sector privado, alentando al mismo tiempo la exploración de marcos normativos y reglamentarios para que los negocios y las finanzas estén en consonancia con el desarrollo sostenible. Se proponen esfuerzos en una serie de esferas, como el fortalecimiento del clima de inversión, el desarrollo de marcos normativos y reglamentarios apropiados y el desarrollo de mercados nacionales de capital, al tiempo que se gestionan los riesgos y se alienta la inversión directa que impulse el desarrollo en países y sectores con financiación insuficiente.

La función de la inclusión financiera en el logro del desarrollo sostenible es destacado como el principal aporte que puede venir del sector privado.

El Reporte también incorpora compromisos sobre el papel potencial de la filantropía en la implementación de la Agenda. Aunque destaca lagunas importantes en los datos y se compromete a cubrir esto reuniendo evidencias empíricas a partir de los informes de las grandes entidades filantrópicas y utilizando diversas fuentes de información sobre, por ejemplo, el número de fundaciones que facilitan datos sobre sus subvenciones e informan sobre ellas a través de iniciativas internacionales.

Finalmente, el Reporte se compromete a realizar un seguimiento de la aplicación de los compromisos y medidas del sector privado utilizando fuentes como el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, el Global Reporting Initiative y la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA FI). Si bien indica que existen buenos datos sobre iniciativas de presentación de informes, el reporte destaca que todavía hay pocos datos disponibles sobre la forma en que esas iniciativas producen cambios de comportamiento. El seguimiento de este aspecto se hará mediante estudios de casos y ejemplos.

Durante la presentación del Reporte, el Representante de México ofreció unas palabras sobre el compromiso de América Latina.

“Mi delegación en representación de América Latina agradece la presentación de este reporte. Para México y para nuestra región la instrumentación de la agenda 2030 es un compromiso de Estado. México ha centrado sus esfuerzos para traducir los ODS en la agenda de paz y seguridad de nuestro país. Este cambio hacia un nuevo paradigma de paz sostenible pone al ser humano en el centro de la acción. Por otro lado, México presentó en julio pasado su programa y avances hacia la agenda 2030. En diciembre seremos anfitriones de la Convención de Diversidad Biológica o COP13 en Cancún y apoyaremos todos los esfuerzos necesarios para el mantenimiento de la biodiversidad”.