“La puerta de entrada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible es la debida diligencia”
En una entrevista exclusiva, Dante Pesce, director del Centro Vincular PUCV e integrante del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Empresas y DD.HH., repasó los avances del grupo en América Latina. Destacó que las agencias de la ONU se han olvidado de que la forma de abordar los ODS es a través del diagnóstico de los impactos negativos de la empresa y no a través de un check list de objetivos y metas.
Dante Pesce participó de la Conferencia “Sostenibilidad en la cadena de valor: con enfoque en los DD.HH.” organizada por la Red Argentina del Pacto Global de Naciones Unidas y Valor RSE+Competitividad de AMIA-BID-FOMIN. Al finalizar la actividad, Pesce dialogó con ComunicaRSE sobre los avances en la implementación de los Principios Rectores de Empresas y DD.HH.
¿Cuáles han sido los mayores logros del Grupo de Trabajo en Empresas y DD.HH de la ONU, del que usted es integrante?
"El Grupo de Trabajo para Empresas y DD.HH se crea hace cinco años con el mandato de traducir en acciones concretas el compromiso al que suscribieron todos los gobiernos del mundo por los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos.
La existencia misma del grupo es un hito porque da un mandato político hacia a la acción concreta para que los Principios Rectores no queden guardados en un cajón.
Lo más importante es que hemos logrado incluir a los DD.HH. en la agenda internacional. Hoy gran parte de los organismos internacionales- como la OCDE, el Banco Mundial, la OIT- consideran que la puerta de entrada para gestionar los impactos de la empresa en la sociedad es el ejercicio de debida diligencia. Esto es muy importante ya que consolida un lenguaje común y permite concentrarnos en la implementación. Ahora la conversación con las empresas pasa por cómo implementar este ejercicio".
¿Cómo están avanzando los Planes de Acción Nacionales en el mundo? ¿Y en América Latina?
"El objetivo del Grupo de Trabajo es lograr que los Principios Rectores se traduzcan en Planes de Acción Nacionales. Al momento hay 17 planes aprobados a nivel mundial, y entre 25 a 30 planes en desarrollo. La semana pasada se publicó el Plan de España. Este lunes se publicó el Plan de Chile. Hace dos meses se publicó el Plan Nacional de RSE de Costa Rica con una mención a los Principios Rectores. El ministerio de justicia del Perú tiene el mandato presidencial de trabajar en el diseño de un plan propio. Colombia ya tiene un Plan publicado y el Gobierno Mexicano espera publicarlo en septiembre. En Brasil, el Viceministerio de DD.HH. es el encargado de elaborar el plan brasilero. Por lo tanto, en nuestra región estamos con avances interesantes.
Además, en el marco de la CEPAL, hemos organizado dos consultas regionales sobre la implementación de los Principios Rectores en América Latina. Estamos preparando una tercera consulta en el mes de diciembre. Y tenemos comprometido para hacer consultas regionales con CEPAL para los próximos cuatro años. Esto significa contar con una plataforma para intercambiar experiencias, para inspirar, para aprender, para movilizar hacia la mejora. La idea es crear una plataforma regional, así como tenemos una plataforma global de DD.HH. en Ginebra. Avances estamos teniendo. Son avances que todavía están muy en el papel, pero es importante porque habla del compromiso público. Pero luego es necesario dar seguimiento a la implementación. Nosotros también estamos aprendiendo en esta etapa. Hay planes que se implementan con más rigurosidad que otros. Pero en promedio todos nos movemos en la dirección correcta".
¿Cómo están avanzando los compromisos de las empresas latinoamericanas en este tema?
Las asociaciones empresariales más grandes del mundo se han comprometido con esta agenda y su implementación, por lo tanto nosotros hacemos un seguimiento de cómo se están implementando estos compromisos.
En noviembre de 2015, la Organización Internacional de Empleadores (OIE), presidida por el argentino Daniel Funes de Rioja, se comprometió públicamente con la agenda de Desarrollo Sostenible y con la implementación de los Principios Rectores de Empresas y DD.HH. En la Declaración de la OIE se hace explícito el compromiso de las empresas con la implementación. Esto permite que la conversación con el sector empresarial gremial y asociado, global y nacional, sea a partir de esa declaración y de ese compromiso de implementación.
Luego hay muchas iniciativas corporativas que si bien no se llaman DD.HH y Empresas- se usan términos como Competitividad, RSE, atracción de inversiones- están incorporando la visión de la conducta empresarial responsable que incluye a los DD.HH. Y por lo tanto indirectamente hay avances significativos. Como por ejemplo, hay cinco directrices de la OCDE para diferentes sectores productivos que incluyen los derechos humanos. El último documento presentado es para inversionistas institucionales.
En diciembre el año pasado participé en el último foro de la Organización Internacional de Empleadores de Latinoamérica que fue en Cartagena, Colombia. La invitación fue para conversar con las principales asociaciones empresariales de Latinoamérica. Por lo tanto las empresas latinoamericana no ignoran de estos fenómenos, es más son parte de este movimiento.
Durante tu exposición en el CEyS, mencionaste una desconexión entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los Principios Rectores. ¿A qué se refiere?
Los ODS tienen el párrafo 67 para hablar de los medios de implementación. Este sugiere que la forma en que las empresas deben abordar y contribuir a los ODS es a través de los lentes que proveen las normas internacionales de comportamiento. Nosotros presentamos un documento que explica cómo interpretar ese párrafo. En síntesis, esto quiere decir que todas las normas internacionales como ISO, GRI, OCDE y los Principios Rectores solicitan hacer un diagnóstico inicial sobre los impactos negativos más significativos de la empresa. Sólo a partir de ese diagnóstico se puede evaluar la contribución a los ODS. Nosotros consideramos que la contribución principal a los ODS es a través de evitar y mitigar los impactos negativos. En eso creo que las agencias de Naciones Unidas han tenido una falla en la narrativa y en el lenguaje para posicionar a los ODS. Se han olvidado del capítulo de medios de implementación, quizás porque es menos atractivo de leer. Por lo que se termina impulsando hacer un check list de objetivos y metas. Y desde el sector privado la mayoría de los casos que observamos de compromiso con los ODS tienen que ver con maximizar los impactos positivos y contribuir al cumplimiento de alguno de los ODS. No se aborda este tema a partir de la identificación de impactos en general, partiendo por los negativos. La inmensa mayoría de los casos se saltan este aspecto de los impactos negativos.
¿En el SDG Compass está aclarado este tema?
Está presente pero no de manera sólida. El SDG Compass se va a ir corrigiendo en el tiempo. Es más, hay un acuerdo entre GRI y el Instituto danés de DD.HH para trabajar en esto mismo. Yo creo que habrá en poco tiempo una corrección.
Añadir nuevo comentario