El informe “Tackling Inequality” proporciona a la comunidad empresarial global un argumento claro y convincente para que las empresas realicen esfuerzos para abordar la desigualdad, así como una agenda común y holística para la acción del sector privado.

Bakker considera que la desigualdad no es un problema que solo afecta a ciertas partes del mundo, como solía ser el caso. “Es un desafío global que se manifiesta de diversas maneras. Desde la subida de la desigualdad en países del "extremo sur" hasta la creciente brecha económica en economías avanzadas. La desigualdad es un tema apremiante que no podemos ignorar. A medida que la cohesión social se desgasta y la polarización aumenta, debemos reconocer que la desigualdad no solo es un problema social, sino también un riesgo sistémico”.

En ese sentido, explicó que la desigualdad no solo afecta a la sociedad en general, sino que también tiene implicaciones significativas para las empresas. “La inestabilidad política, el crecimiento económico y la capacidad de adaptarse a crisis son áreas que se ven impactadas por la desigualdad. Los negocios no pueden operar en un entorno volátil y lleno de conflictos. La confianza en las empresas se ve afectada, y las cadenas de suministro se vuelven más inseguras. La desigualdad también se traduce en un malestar social que puede llevar a huelgas y otros comportamientos disruptivos que dañan la estabilidad empresarial”.

Bakker destacó que las empresas desempeñan un papel fundamental en la lucha contra la desigualdad. “Como motores económicos y empleadores, tienen la capacidad de influir en la distribución de la riqueza y en la equidad social. Aquí es donde entran en juego políticas y acciones específicas como políticas empresariales, impuestos responsables, o la transformación empresarial en áreas como la energía y el transporte”.

También manifestó el importante papel que juegan el cambio cultural y el liderazgo. “Abordar la desigualdad no se trata solo de políticas y acciones concretas, sino también de un cambio cultural en las empresas. Los líderes empresariales deben adoptar una visión más amplia y comprender que la desigualdad es un riesgo sistémico que requiere atención inmediata”.

Al presentar la versión en español del informe “Tackling Inequality” explicó que BCTI ha identificado diez áreas clave de acción que las empresas pueden seguir para abordar la desigualdad y contribuir a una sociedad más equitativa. "Esperamos que este informe sirva como un punto de partida para la conversación en Chile y en todo el mundo. La desigualdad no es un problema que podamos resolver de la noche a la mañana, pero con un compromiso conjunto podemos allanar el camino hacia un futuro más equitativo y sostenible".
 

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