Los riesgos de abusos en DD.HH. de las baterías eléctricas de la industria automotriz

01.04.2019 | Movilidad

Amnistía Internacional desafía públicamente a los líderes de la industria de vehículos eléctricos para que produzcan la primera batería completamente ética del mundo en los próximos cinco años.  En la Cumbre de Vehículos Eléctricos Nórdicos (EV) en Oslo, la organización destacó cómo las baterías de iones de litio, que funcionan con automóviles eléctricos y electrónicos, están relacionadas con abusos a los derechos humanos, incluido el trabajo infantil en la República Democrática del Congo (RDC) pero las violaciones de los derechos humanos de los pueblos indígenas que viven cerca de minas de litio en Argentina. 


Los vehículos eléctricos son clave para alejar a la industria automotriz de los combustibles fósiles, pero en la actualidad no son tan éticos como se pensaría. Amnistía Internacional argumenta que años de prácticas industriales no reguladas han llevado a perjudicar los derechos humanos y los impactos ambientales, y que los gobiernos y la industria no están haciendo lo suficiente para enfrentar.

Amnistía Internacional ha documentado graves violaciones de derechos humanos relacionadas con la extracción de los minerales utilizados en las baterías de iones de litio, especialmente en la República Democrática del Congo. Una investigación realizada en 2016 encontró que niños y adultos en el sur de la República Democrática del Congo trabajan en minas de cobalto excavadas a mano que enfrentan graves riesgos para la salud. La investigación de Amnistía Internacional ha vinculado estas minas a las cadenas de suministro de muchas de las principales marcas de productos electrónicos y compañías de vehículos eléctricos del mundo.

A pesar de las proyecciones de que la demanda de cobalto alcanzará las 200,0000 toneladas por año para 2020, ningún país requiere legalmente que las empresas informen públicamente sobre sus cadenas de suministro de cobalto. Con más de la mitad del cobalto del mundo que se origina en el sur de la República Democrática del Congo, la posibilidad de que las baterías que impulsan los vehículos eléctricos estén contaminadas con trabajo infantil y otros abusos es inaceptablemente alta.

Kumi Naidoo, secretaria general de Amnistía Internacional, indicó:  “Encontrar soluciones efectivas a la crisis climática es un imperativo absoluto, y los autos eléctricos tienen un papel importante que desempeñar en esto. Pero sin cambios radicales, las baterías que impulsan los vehículos verdes continuarán siendo contaminadas por los abusos de los derechos humanos”.

Ha habido algunos avances desde 2016. En respuesta a la investigación de Amnistía, varias compañías líderes, entre ellas Apple, BMW, Daimler, Renault y el fabricante de baterías Samsung SDI, han publicado datos sobre sus cadenas de suministro, y la organización está llamando a otros a hacer lo mismo.

Argentina en el foco del problema

Amnistía Internacional también ha comenzado a documentar violaciones de los derechos humanos de los pueblos indígenas que viven cerca de minas de litio en Argentina. “Las comunidades indígenas no están siendo consultadas adecuadamente sobre los proyectos mineros en sus tierras y se les da información insuficiente sobre los impactos potenciales de la minería en sus fuentes de agua. Sin la protección de los derechos humanos, el daño a las comunidades indígenas podría aumentar a medida que aumente la demanda de litio”, indica la investigación.

Otras amenazas emergentes

El impacto ambiental de producir baterías también es una preocupación. La mayor parte de la fabricación actual de baterías de iones de litio se concentra en China, Corea del Sur y Japón, donde la generación de electricidad sigue dependiendo del carbón y otras fuentes de energía contaminantes.

Esto significa que, mientras que los vehículos eléctricos son esenciales para alejarse de los combustibles fósiles y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, es necesario hacer más para reducir la huella de carbono dentro de la fase de fabricación. Mientras tanto, la creciente demanda de minerales como el cobalto, manganeso y litio ha conducido a un aumento del interés por la minería en aguas profundas, que estudia predecir tendrá impactos graves e irreversibles en la biodiversidad.

Amnistía Internacional también está pidiendo a las empresas que garanticen que las baterías se desechan de manera responsable. Ya hay evidencia significativa que muestra que los desechos de baterías provenientes de productos electrónicos, que contienen diversos materiales peligrosos, se han eliminado de manera irresponsable, contaminando el suelo, el agua y el aire.

"Cada etapa del ciclo de vida de la batería, desde la extracción de minerales hasta su eliminación, conlleva riesgos para los derechos humanos y ambientales", dijo Kumi Naidoo.

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