Michael Porter explica las lecciones que dejó el nuevo ranking de Fortune
"Este año, el ranking de organizaciones que están cambiando el mundo ha reflejado que más y más líderes están abrazando nuevas y mejores prácticas las cuales tienen profundas implicancias para sus compañías y para el mundo entero", expresaron Michael Porter y Mark Kramer en un artículo reciente publicado en Fortune.
Según ellos, un creciente número de directivos están integrando las necesidades sociales dentro de sus estrategias corporativas, por medio del alineamiento de las misiones de sus empresas con el impacto que generan en las comunidades y el medioambiente.
Además, las compañías que adoptan el pensamiento de valor compartido han ido un paso más allá de la filantroía y la responsabilidad social alcanzando conceptos como la sustentabilidad o la ciudadanía corporativa, haciendo de las mediciones de su impacto social algo central en su manera de competir, siendo ello un poderoso contrapunto a las críticas que se han generado en un año tumultoso.
Porter y Kramer explican que la transición se está manifestando de diferentes maneras. En primer lugar aparecen las compañías que están pasando de tener su foco en el impacto social, como son proyectos piloto o en mercados secundarios, a ubicarlo en el centro de sus estrategias de negocio.
En segundo lugar aparecen las compañías que están reinventando el propósito corporativo a medida que la escala y la prominencia del negocio en cuestiones de impacto social se acrecientan. Este tipo de empresas no se siguen viendo a sí mismos en los términos primarios de ofrecer simplemente productos y/o servicios. Pasan, en cambio, a verse a través de las necesidades sociales que pueden resolver a través de los mismos. “Mientras algunos compromisos corporativos parecen más una cuestión de relaciones públicas que algo con sustancia real, un creciente número de compañías expresan un profundo entendimiento de la relación que existe entre negocios y sociedad. Además, tener un irresistible propósito social atrae talento”, expresan.
Advierten que a medida que las compañías juegan un rol en cuestiones de impacto social, se ve una renovada relación entre ellas y el sector social, ya que las ONG dejan atrás sus estrategias de conflicto y comienzan a internalizar la idea de ser aliados de las compañías en las búsqueda de soluciones.
Por último, advierten que la comunidad de inversores está empezando a tomar nota al respecto. Durante mucho tiempo, los inversores se mantenían escépticos con respecto a cómo los factores sociales jugaban un papel importante al momento de definir dónde invertir sus recursos de capital. Ahora, los inversores comienzan a reconocer que las estrategias de valor compartido son totalmente diferentes a los programas de responsabilidad social o de relaciones públicas porque hay evidencias de que las compañías comprometidas con el nuevo propósito corporativo pueden generar enormes retornos para los inversores.
Y concluyen que “el ranking de Fortune ha llegado para quedarse y, con él, se instalará una nueva trayectoria del rol positivo que los negocios pueden jugar en la sociedad”.
El ranking de Fortune publicado en agosto puede consultarse pulsando aquí.
El artículo original se puede leer pulsando aquí.
Añadir nuevo comentario