La Comisión Europea (CE) impuso una multa total de 111 millones de euros en cuatro casos separados contra las empresas de electrónica Asus, Philips, Pioneer y Denon & Marantz, a las que acusa de aplicar precios más elevados en la venta de sus productos en internet.

"Como resultado de las acciones emprendidas por estas cuatro compañías, millones de consumidores europeos hacían frente a precios más elevados para electrodomésticos, secadores de pelo, ordenadores portátiles y muchos otros productos. Eso es ilegal de acuerdo con las normas de la Unión Europea sobre competencia", declaró Margrethe Vestager, a cargo de la política de competencia de la Comisión.

Las empresas participaron en el llamado "mantenimiento fijo o mínimo del precio de reventa (RPM)", lo que restringía la capacidad del distribuidor minorista en determinar sus propios importes para los productos. Así, las firmas intervenían a los minoristas que ofrecían sus productos a precios bajos. Si ellos no seguían los precios solicitados por los fabricantes, recibían amenazas o sanciones, como el bloqueo de suministros.

Muchos minoristas, utilizan algoritmos de fijación de precios que adaptan automáticamente sus precios a los de los competidores. Por lo que, las restricciones de precios impuestas tuvieron un impacto más amplio en los precios generales para los correspondientes productos.

Además, el uso de sofisticadas herramientas de monitoreo, permitió a los fabricantes realizar un seguimiento efectivo del precio de reventa e intervenir rápidamente en caso que los precios bajaran.

La taiwanesa Asus monitorizó los precios de reventa de determinados distribuidores para artículos de "hardware" y otros productos electrónicos como portátiles y pantallas, en Francia y Alemania entre 2011 y 2014.

La empresa contactó con los minoristas que comercializaban esos objetos por debajo del precio de reventa y les pedía el aumento.

En cuanto a la japonesa Denon & Marantz, participó en el mantenimiento de los precios de reventa con respecto a productos de audio y vídeo como auriculares y altavoces en Alemania y Holanda desde 2011 hasta 2015.

La holandesa Philips hizo lo propio en Francia entre finales de 2011 y 2013 con electrodomésticos de cocina, cafeteras, aspiradoras, equipos de cine en casa, cepillos de dientes eléctricos, secadores y maquinillas de afeitar.

En paralelo al mantenimiento de los precios de reventa de productos para los equipos de cine en casa y altavoces, Pioneer también limitó la capacidad de los minoristas de llevar a cabo ventas transfronterizas entre diferentes Estados de la Unión Europea, con el objetivo de mantener importes distintos en los países, para ello bloqueaba órdenes de los minoristas que vendían productos transfronterizos.

La conducta de Pioneer se prolongó desde principios de 2011 hasta el final de 2013 y afectó a doce países (España, Alemania, Francia, Italia, el Reino Unido, Portugal, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Bélgica, Holanda y Noruega).

La multa total de 111 millones de euros se redujo en los cuatro casos por la cooperación de las empresas implicadas, que aportaron pruebas con un importante valor añadido y reconociendo expresamente los hechos y las infracciones de las normas antimonopolio de la UE.

De ese modo, Asus deberá pagar 63,5 millones de euros, mientras que Denon & Marantz tendrá que abonar 7,7 millones, Philips, 29, 8 millones y Pioneer 10, 1 millones de euros.