¿Podrá Nestle construirse una nueva una estrategia sustentable?

16.05.2018 | Alimentos

Una serie de movimientos de la empresa en los últimos meses muestran que está llevando su estrategia hacia un portfolio de productos saludables. La pregunta que se hacen los analistas es si podrá despegarse lo suficiente de su pasado como para lograr construir este nuevo "perfil sustentable"


Pocos días atrás, Nestlé anunció la venta de su negocio en Estados Unidos a la italiana Ferrero por un monto de 2,800 millones de dólares, la primera gran venta de su presidente ejecutivo, Mark Schneider, y un paso en su camino hacia “los productos más saludables”.

Ésta y otras movidas similares se ajustan al objetivo de la firma de convertirse en una compañía de "nutrición, salud y bienestar", pero la gran pregunta es si lo podrá lograr.

La compañía suiza arrastra una larga historia de críticas sobre su responsabilidad por haber promovido las fórmulas infantiles en países en vías de desarrollo en desmedro de una lactancia materna saludable y en los últimos años se le abrieron múltiples frentes que ponen en duda su desempeño sustentable.

Si bien se comprometió hace ocho años a abastecerse con aceite de palma que no contribuya a la deforestación, nunca cumplió realmente su meta de certificar el 100% de la materia prima para 2015.

En otro orden, se percibe que cada vez son más los nutricionistas que creen que la epidemia de obesidad que azota al mundo está relacionada directamente con la venta de alimentos industriales envasados, que se estima creció 25 % en el entre 2011 y 2016 a nivel global según Euromonitor

Incluso su programa de “creación de valor compartido” a través de iniciativas de “negocios inclusivos” de venta de alimentos a domicilio fue señalado por el New York Times como un intento de la empresa de vender alimentos baratos en países en desarrollo, para compensar que ya no crece en los países desarrollados.

“Por un lado, Nestlé es un líder mundial en agua, fórmulas infantiles y muchos productos lácteos. Por otro lado, van a las zonas marginadas de Brasil y les venden dulces”, graficó Barry Popkin, profesor de Nutrición en la Universidad del Norte de California al NYT. 

Su negocio de venta de agua envasada también está envuelto en controversias, en un contexto crítico y cuestionado desde diversos sectores. La empresa, que comercializa las marcas Perrier y Pure Life, está fortaleciendo sus lazos con la ONG Alliance for Water Stewardship que certificará si sus plantas hacen un uso sustentable de dicho recurso. 

Su producto estrella, el Nespresso, intentó posicionarse como un café de comercio justo  que cuida su cadena de suministro y aspira a agregar valor a su propuesta de venta a través de la sustentabilidad. Pero fue la extraordinaria cantidad de residuos en forma de “cápsulas” que produce esa modalidad de consumo de café lo que la alejó definitivamente de esa chance. 

La venta de su negocio de golosinas en Estados Unidos de alguna manera no sorprendió al mercado. El negocio estadounidense de Nestlé, con marcas como BabyRuth, Butterfinger y Crunch, lleva años con un desempeño inferior a sus rivales, ya que los consumidores apuestan cada vez más por productos más sanos como las barras de frutas y marcas premium de chocolate como Lindt.

"El cambio de activos tiene mucho sentido", comentó Jean-Philippe Bertschy, analista de Vontobel. "Abandonas un negocio débil en términos de finanzas y entras a un mercado con un fuerte crecimiento y mayores márgenes".

Este cambio de enfoque llevó a Nestlé, que es dueña del 23% de L´oreal,  a presentar una oferta por la división de vitaminas y suplementos puesta a la venta por la alemana Merck, tras acordar el mes pasado la compra del fabricante de vitaminas Atrium Innovations. 

En febrero compró una participación mayoritaria en Terrafertil, una firma fundada en Ecuador que comercia alimentos elaborados con vegetales e insumos orgánicos. “La operación de Nestlé está destinada a expandir su perfil de alimentos saludables mientras intenta compensar la debilidad de su segmento de productos procesados”, analizó John Revil, de Thompson Reuters. 

Esta semana la empresa dio un paso adelante en su intento de mejorar el perfil nutricional de sus productos para niños con la presentación del programa global Nestlé for Healthier Kids' en el que se compromete a  sumar vegetales, fibras, legumbres y semillas a sus productos y reducir aún más los azúcares, la sal y las grasas saturadas de su porfolio. 

 

Nuestra industria está en una encrucijada. Las expectativas de Nestlé están cambiando sustancialmente a medida que los consumidores adoptan nuevas tendencias, hábitos y estilos de vida”, les dijo dos años atrás el CEO Mark Schneider a un grupo de inversores.

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