Los residuos eléctricos y electrónicos (RAEE) son el tipo de desechos que crece a mayor tasa en el mundo. Según el Global E-Waste Monitor 2020 de la ONU, a nivel mundial se generaron alrededor de 54 millones de toneladas de RAEE el 2019, lo cual implica un promedio mundial de generación per cápita de 7,3 kg/hab, con proyecciones mundiales de crecimiento de un 4% anual al 2021. Esta cifra representa un aumento del 21% en los últimos cinco años y, de continuar esta escalada, se llegará a 74 millones de toneladas para 2030.

Al respecto, se ha documentado que, a nivel global, se recolecta y adecuadamente recicla tan solo un 17,4% y, en el caso de Chile, es el país que genera más RAEE por habitante en Latinoamérica: 9,9 kilos, superando el promedio mundial y su tasa de recolección es actualmente de 3,3% (FCH 2020), considerablemente menor que la tasa de América (9,4%) y Europa (42,5%). 

De seguir así, al 2027 se proyecta que la cantidad de chatarra electrónica aumentará en un 46,5%, generando 14 kilos de estos desechos per cápita.

En este contexto, con la promulgación en 2016 de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (REP), los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos pasaron a ser una prioridad, luego de los neumáticos, envases y embalajes. Sin embargo, los materiales de alto valor que contienen los RAEE, como oro, plata, cobre, platino, entre otros -cuyo valor ronda los USD 57.000 millones, más que el producto interno bruto de la mayoría de los países- no fueron recogidos para su tratamiento y reutilización y, por el contrario, se vertieron o quemaron en su mayoría. 

Asimismo, su reciclaje cobra especial importancia en la pandemia, que ha impactado directamente en la generación de residuos tecnológicos debido a su uso intensivo.

Para conocer el estado actual y profundizar estos temas, se realizó el webinar “Ley REP 2.0: llegó la hora de gestionar los residuos electrónicos”, organizado por el Comité de Sostenibilidad de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).

El evento online contó con la participación de la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, Verónica Torres, gerente de Sostenibilidad de la CCS y Sebastián Carvallo Albornoz, Coordinador Nacional de Acuerdos y Encargado del Diseño de Instrumentos en Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático.

En su disertación, la ministra de Medio Ambiente señaló que “per cápita somos el país que más genera este tipo de residuos en América Latina” y destacó que, además de avanzar en economía circular, este tipo de reciclaje fomentará la creación de mano de obra y “ayudará a la erradicación de los microbasurales”.

Luego, se realizó el lanzamiento de la iniciativa “Transformación de Residuos Eléctricos y Electrónicos” (TRAEE), que tiene el objetivo de promover la economía circular de estos residuos, en base a la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP).

“Es fundamental la educación para generar un cambio cultural, por lo que TRAEE considera, además, una arista educacional que incluye un trabajo con niños y jóvenes a través de un manual y un programa educativo, junto con campañas dirigidas a la ciudadanía para conocer más de la reutilización de los RAEE, así como las posibilidades de reciclarlos”, indicó Verónica Torres.

Asimismo, explicó que la iniciativa incluye un plan piloto territorial, a iniciar en agosto, en cuatro comunas de la Región Metropolitana: Peñalolén, Vitacura, Puente Alto y Renca. El mismo contempla la instalación de puntos limpios para recopilar este tipo de residuos y retiro a domicilio para grandes electrónicos.

Añadió que "Chile es el país latinoamericano con mayor generación de residuos por habitante. Por año ingresan al mercado unas 372 mil toneladas de aparatos, de los cuales 168 mil toneladas terminan en residuos".

A continuación, como caso destacado, se expuso sobre la experiencia de Taiwán en la materia, siendo reconocido por su avance en el reciclaje de residuos eléctricos y electrónicos.

"Taiwan pasó de ser conocido por su basura a ser líder en reciclaje. Fue el primero en promulgar una Ley de Responsabilidad Extendida a nivel mundial con el programa "4 en 1", logrando una tasa de recolección del 96% y de reciclaje del 55%", detalló Eugenio Liu, asesor senior de CIER.

Por último, se desarrolló el panel de conversación integrado por distintos actores de la cadena de reciclaje de esta corriente. El mismo estuvo coordinado por Sebastián Carvallo Albornoz y compuesto por Patrick Lyon, socio gerente de Degraf; Víctor Vial, gerente Legal y de Asuntos Públicos de Samsung y Carlos Zúñiga de Traperos de Emaús.

Con respecto al rol de los Recicladores de Base y su inclusión en el sistema REP, el señor Carlos Zúñiga, puntualizó que es “necesario reforzar las alianzas con instituciones que capaciten y fortalezcan la participación de recicladores de base en RAEE, para incluirlos cada vez más dentro del sistema REP y operación de los futuros sistemas de gestión”.

En el desarrollo de oportunidades, informó que han identificado un gran potencial de los mercados secundarios que demandan materiales y productos derivados de los procesos de valorización, sobre todo relacionado con los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). "Los millones de toneladas de RAEE generados el 2019 está valorizada por 57 billones de dólares. Como referencia, pueden encontrarse en ellos hasta 69 elementos de la tabla periódica, incluidos metales preciosos como el oro, plata, cobre y platino, y materias primas críticas como el cobalto, paladio, indio y germanio. (Observatorio mundial de los residuos electrónicos 2020). Otra manera de dimensionar la magnitud de su valor económico es considerar que hay 200 veces más oro en una tonelada de teléfonos inteligentes que en una tonelada de mineral de oro, poniendo en evidencia el potencial de la recuperación de metales desde los RAEE (FCH)", aseguró Zúñiga. 

Cabe destacar que la Cámara de Comercio de Santiago forma parte del Acuerdo de Producción Limpia (APL) firmado en agosto de 2019, dónde participan 19 empresas productoras e importadoras que representan más del 40% del sector, comprometidas a avanzar en una correcta gestión de estos residuos y trabajar por una economía circular.