Proponen un marco ético para las máquinas que aprenden solas

12.07.2018 | Tendencias

A principios de mayo en la Conferencia RightsCon, que reúne a distintos sectores para hablar de la intersección entre derechos humanos y tecnología, se presentó la Declaración de Toronto sobre Igualdad y No Discriminación en el Aprendizaje Automático por la iniciativa.


Para abordar las preocupaciones relacionadas con la inteligencia artificial y los DD.HH, Human Rights Watch, Access Now, Amnistía Internacional y una coalición de organizaciones de derechos humanos y tecnología emitieron una declaración histórica que propone estándares de derechos humanos para el aprendizaje automático.

Conocida como la Declaración de Toronto, hace un llamado a los gobiernos y a las empresas para garantizar que las aplicaciones de aprendizaje automático e inteligencia artificial  respeten los principios de igualdad y no discriminación. El documento articula normas de derechos humanos que deben cumplir los sectores público y privado para garantizar que los algoritmos utilizados se apliquen equitativa y justamente, y que aquellos que creen sus derechos han sido violados tengan una vía significativa para la reparación.

Si bien ha habido un diálogo sólido sobre ética e inteligencia artificial, la Declaración enfatiza la importancia y aplicabilidad de la ley de derechos humanos, que está diseñada para proteger los derechos y proporcionar remedios donde los seres humanos son perjudicados.

La Declaración se centra en el aprendizaje automático y los derechos a la igualdad y la no discriminación, pero muchos de los principios se aplican a otros sistemas de inteligencia artificial. Además, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial afectan a una amplia gama de derechos humanos, incluidos el derecho a la privacidad, la libertad de expresión, la participación en la vida cultural, el derecho a la reparación y el derecho a la vida.

 

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