Este nuevo acuerdo refuerza su Plan de Acción por el Clima a 10 años, en el que la compañía integra iniciativas como el cálculo periódico de su huella de carbono y la conservación de más de 8.000 hectáreas de bosque nativo (más del 60% de su territorio en Tucumán) que actúan como sumidero de las emisiones de CO2.

La utilización de energía eólica implica dejar de emitir 74.000 toneladas de dióxido de carbono en ese lapso de tiempo. Además, los bosques nativos, que se conservan en el marco del programa Paisaje Productivo Protegido junto a la Fundación Proyungas, capturarán más de 370.000 tons CO2, el equivalente a lo que consumen 700.000 personas en sus hogares. El nuevo acuerdo prevé la posibilidad de que el 100% del consumo energético del Complejo Industrial Famaillá provenga de energías renovables, algo que la compañía planea alcanzar en 2021, según la disponibilidad del parque.

“Estamos muy orgullosos de este nuevo paso que da cuenta de nuestro compromiso con la reducción de la huella de carbono de nuestros productos y la creación de valor en armonía con nuestro entorno”, destacó Paula Marincioni, Gerente Global de Ambiente, Salud y Seguridad de San Miguel.

A través de esta medida, San Miguel está superando con cinco años de anticipación el objetivo fijado por la Ley N° 27.191 de Energías Renovables, que exige que para el 2025 el 20% de la demanda eléctrica sea abastecida con energías renovables producidas en Argentina. Además, contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los que se destacan la producción responsable y el uso de energías limpias.