Aunque el ochenta por ciento de los azúcares producidos en todo el mundo proviene de la caña de azúcar, como mucho un 4,5% de la producción mundial tiene certificación de sostenibilidad.

SOMO cuestiona que las empresas compradoras de caña de azúcar no se pregunten por su origen ni gestionen adecuadamente su cadena de valor. Si bien todos los supermercados holandeses principales (Albert Heijn, Aldi, Lidl, Plus y Jumbo) tienen políticas para reducir al mínimo las prácticas insostenibles en su cadena de suministro, solamente Plus tiene una política específica para la caña de azúcar.

Además se cuestiona la falta de transparencia. Sólo Coca Cola se ha comprometido a publicar los nombres de todos sus proveedores de caña de azúcar en 2016. La falta de transparencia en la cadena de suministro es identificado en el informe como uno de los obstáculos hacia una producción más sostenible de azúcar.

“Cuando los vínculos entre la empresa y su cadena de suministro no están claras las OSC, por ejemplo, no puede verificar los impactos a nivel de producción de las políticas de sustentabilidad que las empresas puedan tener”.

El estudio de SOMO se basa en el caso de Malawi en donde el azúcar es uno de los tres cultivos más importantes de exportación a Europa. La única empresa productora de azúcar del país es Illovo Sugar (Malawi) Limited, una subsidiaria de la multinacional de Associated British Foods en el Reino Unido (ABF). La investigación pone de relieve los problemas en salud y seguridad en el trabajo, los bajos salarios, el aumento de la precariedad y tácticas antisindicales de esta empresa. La compañía también está acusada de apropiación de tierras por una comunidad vecina en una de sus dos plantaciones en el país.