S&P reduciría la calificación crediticia de Exxon y Shell por un mayor riesgo climático
La agencia crediticia anunció que podría reducir la calificación de Exxon Mobil Corp., Royal Dutch Shell Plc y otras importantes compañías energéticas debido al "mayor riesgo de la industria" asociado con el cambio climático.
S&P Global Ratings anunció que está considerando rebajar las calificaciones crediticias de varios de los principales productores de petróleo y gas, incluidos ExxonMobil, Shell y Total, para reflejar un riesgo creciente de sus negocios debido a la transición energética, la volatilidad de los precios y la rentabilidad futura.
"S&P Global Ratings cree que la transición energética, la volatilidad de los precios y la menor rentabilidad están aumentando los riesgos para los productores de petróleo y gas", detalló en un comunicado. En este sentido, la agencia calificadora revisó su evaluación de riesgo de toda la industria para el sector de petróleo y gas, pasando de un riesgo intermedio a moderadamente alto.
ExxonMobil, Total, Chevron y Shell se encuentran entre las 13 compañías petroleras que se colocan en "CreditWatch" con implicaciones negativas, lo que significa que S&P Global Ratings podría rebajar sus calificaciones crediticias en unas pocas semanas.
Si se reduce la calificación de los productores de petróleo, su costo de capital probablemente aumentaría, ya que los inversionistas de deuda exigen un mayor rendimiento por el riesgo, lo que podría poner en riesgo nuevos proyectos. Las grandes petroleras ya están luchando por generar fuertes rendimientos de sus inversiones, pero hasta ahora se han beneficiado de inversores de deuda dispuestos a prestarle dinero a tasas de interés bajas.
La agencia calificadora expresó que observa "importantes desafíos e incertidumbres" de la transición energética, incluidas las caídas del mercado debido al crecimiento esperado de las energías renovables y la presión a la baja sobre la rentabilidad. En particular, nombró los riesgos a la baja para el rendimiento del capital, como resultado de los niveles de inversión de capital durante el período 2005-2015 y los precios promedio más bajos del petróleo y el gas desde 2014.
Las grandes petroleras han estado luchando por mantener a los inversores de capital, particularmente después de que Shell y BP recortaran sus dividendos el año pasado, lo que sorprendió a los accionistas que se han acostumbrado a la confiabilidad de los grandes pagos.
Sin embargo, las empresas han tenido pocos problemas con el crédito, a pesar de los crecientes niveles de endeudamiento. Por lo general, han podido obtener deuda barata para financiar sus proyectos multimillonarios, pero eso podría cambiar si las calificaciones crediticias se reducen y los costos de financiamiento aumentan como resultado.
Actualmente, las empresas deben informar ganancias anuales. En este contexto, los inversores esperan detalles sobre cómo abordarán la transición energética, después de que las grandes empresas europeas se comprometieron el año pasado a convertirse en carbono neutral a mediados de este siglo, y hay presión sobre sus pares estadounidenses para que sigan su ejemplo.
Las opiniones de la agencia, junto con Fitch Rating Inc. y Moody's Investors Services, tienen un peso significativo entre los inversores de crédito, que usan sus calificaciones para decidir cómo asignar su dinero.
Por último, la advertencia de crédito se produce después que el presidente Biden asumiera el cargo, retomando el Acuerdo Climático de París y apuntando a limitar la extracción de petróleo en tierras federales.
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