Una nueva mirada al futuro del reporting de sostenibilidad
Proliferan nuevos estádares que compiten entre sí. Algunas empresas incorporan capítulos ESG y otras los quitan. Aparecen marcos normativos en diversos países. La IA mete la cola y revoluciona los modelos de información. Los costosos procesos de verificación externa entran en declive. ¿Cómo sigue?
La edición 2023 de Reporting Matters, un informe anual publicado por el WBCSD, brinda una visión detallada sobre cómo las empresas están respondiendo a los desafíos de la sostenibilidad y qué áreas requieren mayor atención. El informe concluye que “los reportes son cada vez más completos, fáciles de usar y basados en datos, lo que demuestra un compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas”. Los resultados más destacados indican que las empresas ya están empezando a responder a los requisitos de CSRD (55% tienen cierto enfoque de doble materialidad), ha habido un aumento del 26% comparado con 2020 en el número de empresas que hacen referencia al Grupo de Trabajo para la Divulgación Financiera Relacionada con el Clima (TCFD), y en solo 3 años se ha duplicado el número de empresas que hacen referencia al Sustainability Accounting Standards Board (SASB).
También ha habido un ligero aumento respecto al año anterior en el número de empresas cuyos informes revisados incluyen aseguramiento externo. Por el contrario, se está dando una ligera baja en la cantidad de informes revisados que combinan información financiera y no financiera, pasando del 41% en 2020 al 37% en 2023.
En América Latina un estudio de KPMG, aporta una perspectiva regional a este panorama global. A pesar de altas tasas de reporte, se observa una disminución respecto a 2020, con solo el 42% de las empresas incorporando la sostenibilidad en sus reportes anuales. Sin embargo, los informes integrados muestran un crecimiento significativo, señalando un cambio hacia la presentación de información más completa y holística.
La tasa de aseguramiento, por otro lado, está en declive, indicando la necesidad de un mayor énfasis en la verificación externa de los informes de sostenibilidad.
La región muestra un fuerte liderazgo en la vinculación de objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), con un marcado aumento en la adopción de las recomendaciones del TCFD. Además, destaca en informes de biodiversidad y en hacer referencia a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en sus informes, evidenciando una comprensión cada vez mayor de la interconexión entre los negocios y los objetivos globales. Otro dato destacado es que las empresas reconocen cada vez más las cuestiones ESG como áreas de riesgo, sumado a que crece sustancialmente la cantidad de empresas latinoamericanas que reportan riesgos ambientales con base en una descripción de sus efectos en los negocios.
- Un nuevo escenario asoma
Desde GRI anticipan que a medida que avanzamos hacia el futuro, la sostenibilidad empresarial se posiciona como un motor clave que impulsa la toma de decisiones y la evolución de las organizaciones a nivel mundial. Entre los elementos que emergen como protagonistas destacan los siguientes:
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Integración total de la Doble Materialidad: La tendencia hacia la doble materialidad se consolidará, convirtiéndose en la norma global para la presentación de informes empresariales. Las organizaciones abrazarán de manera completa la necesidad de considerar tanto los impactos económicos como los ambientales y sociales. Esta evolución permitirá una visión más holística y equilibrada de las actividades empresariales, fomentando una toma de decisiones más informada y responsable.
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Evolución continua de los Estándares de Sostenibilidad: Los estándares de sostenibilidad, como los establecidos por el GRI, seguirán evolucionando para adaptarse a un entorno empresarial en constante cambio. Se anticipa una mayor refinación en la definición de conceptos clave, así como en la estructura y el lenguaje de los informes. La inclusión de estándares sectoriales específicos se generalizará, brindando una orientación más precisa y relevante para diferentes industrias.
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Mayor participación del movimiento ESG: El movimiento ESG continuará ganando fuerza, y las empresas se esforzarán aún más por cumplir con los criterios ambientales, sociales y de gobernanza. A medida que los inversionistas prioricen cada vez más estos aspectos, las organizaciones buscarán no solo informar sobre sus prácticas sostenibles, sino también integrarlas profundamente en sus operaciones y estrategias comerciales.
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La tecnología como facilitadora de la transparencia: Las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y el blockchain, jugarán un papel crucial en garantizar la transparencia y la trazabilidad en los informes de sostenibilidad. Las empresas utilizarán estas herramientas para rastrear y verificar sus prácticas sostenibles a lo largo de toda la cadena de valor, proporcionando datos más confiables y reduciendo la posibilidad de greenwashing.
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Enfoque estratégico en comunicación de sostenibilidad: La comunicación de sostenibilidad dejará de ser un mero requisito de informes para convertirse en una parte integral de la estrategia empresarial. Los departamentos de comunicación y líderes de las organizaciones jugarán un papel crucial en traducir la información técnica en mensajes accesibles y relevantes para diversos grupos de interés. La narrativa empresarial se construirá en torno a la sostenibilidad como un componente clave de la identidad corporativa.
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Regulación global más estricta: La tendencia hacia la regulación obligatoria de los informes de sostenibilidad se consolidará a nivel global. Los reguladores adoptarán enfoques más estrictos para garantizar el cumplimiento y la calidad de los informes. Se establecerán estándares mínimos, y las sanciones por incumplimiento se volverán más significativas, impulsando a las organizaciones a tomar la sostenibilidad en serio.
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Aprendizaje continuo y adaptación: El proceso de transición hacia una cultura empresarial más sostenible será un viaje continuo de aprendizaje y adaptación. Las organizaciones reconocerán la importancia de la gradualidad en la implementación de nuevas prácticas y estarán abiertas a la colaboración y al intercambio de conocimientos. Este enfoque colaborativo contribuirá a una transformación más efectiva y sostenible.
Por el lado del CEADS, en el informe “Tendencias y disrupciones 2023/2024: Nueva geopolítica, la crisis económica global y el impacto de la guerra en la agenda ESG” también anticipan cómo evolucionarán los reportes en respuesta a cambios en la sociedad, la regulación y las dinámicas empresariales. Consideran que estamos siendo testigos de una revolución en los reportes de sostenibilidad, con el surgimiento de nuevos estándares y la convergencia hacia la armonización. A medida que las empresas navegan por este nuevo ecosistema, la transparencia, la verificabilidad y la autenticidad se perfilan como elementos esenciales para construir la confianza de los consumidores y stakeholders en la era de la sostenibilidad.
En los próximos años, es probable que continúe la tendencia hacia la consolidación de estándares de informes ESG. La competencia entre el IFRS/ISSB y el GRI/ESRS podría desembocar en un proceso de convergencia, donde los elementos más sólidos de cada enfoque se integren para crear un estándar más holístico y globalmente aceptado. Este proceso podría ser guiado por la presión de los stakeholders y la necesidad de simplificar el paisaje actual de informes.
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Mayor rigor y verificabilidad. La creciente demanda de transparencia, impulsada por los consumidores y reguladores, conducirá a un énfasis aún mayor en la verificabilidad y el rigor en los informes ESG. Las empresas se verán obligadas a adoptar prácticas más robustas de recopilación de datos, auditoría interna y externa para respaldar sus afirmaciones sobre sostenibilidad. La incorporación de tecnologías como el blockchain podría desempeñar un papel crucial en garantizar la integridad y trazabilidad de la información.
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Mayor regulación y Estándares obligatorios. A medida que la conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad continúe creciendo, es probable que los gobiernos refuercen la regulación en torno a los informes ESG. Se espera que más países adopten estándares obligatorios, imponiendo sanciones significativas a las empresas que no cumplan con estas normativas. La armonización de estándares a nivel global podría ser una respuesta a la creciente naturaleza transnacional de muchas empresas.
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Integración completa con reportes financieros. La integración completa de informes ESG con los informes financieros tradicionales será una realidad. Los estándares ESG desarrollados por el IFRS/ISSB serán incorporados de manera más profunda en los informes financieros, proporcionando a los inversores una visión más completa y holística de la salud y la sostenibilidad a largo plazo de una empresa. Esto cambiará la forma en que se evalúan y valoran las empresas en los mercados financieros.
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Desarrollo de tecnologías de información ESG. La tecnología jugará un papel clave en la evolución de los informes ESG. Se espera que las soluciones tecnológicas, como inteligencia artificial y análisis de datos avanzados, faciliten la recopilación, el análisis y la presentación de datos ESG de manera más eficiente y precisa. Esto permitirá a las empresas cumplir con los estándares en constante cambio y adaptarse a las expectativas de los stakeholders.
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