El aporte de las empresas a la preservación de los suelos
Las consecuencias del cambio climático se hacen notar entre los cultivos. Cada vez más, las cosechas se retrasan y la volatilidad en las cadenas de suministro se presenta con mayor recurrencia. El tiempo de preservar los suelos, cultivar de manera diferente y apostar por la agricultura sustentable ya llegó.
Según la reciente evaluación mundial sobre la contaminación del suelo que reaizó la ONU para la Alimentación y la Agricultura junto al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la contaminación del suelo es imperceptible bajo la mirada humana. No obstante, su deterioro compromete progresivamente la calidad de los alimentos que los individuos consumimos, el agua que bebemos y el aire que respiramos. La salud humana y medioambiental están hoy en riesgo.
El suelo es la base del sistema agroalimentario y el medio en el que crecen casi todos los cultivos que producen alimentos del país y del mundo. En línea con la mencionada, cerca del 95% de los alimentos que se consumen en el mundo provienen del suelo. Luego de los océanos, el suelo es el mayor almacén de carbono activo y un metro cúbico de suelo puede almacenar hasta 600 litros de agua, lo que permite que los cultivos crezcan incluso durante los períodos de sequía.
Lo alarmante del asunto es que poco se ha hablado acerca de que se requieren más de 1.000 años para que se forme un centímetro de suelo, siendo la agricultura insostenible una de las principales causas de su contaminación.
Este contexto empuja a que las empresas abocadas a la agroindustria estemos comenzando a actuar. Desde McCain Argentina, una de las compañías líderes a nivel mundial del mercado de alimentos congelados y abocada a la producción de papa, destinamos nuestros mayores esfuerzos en preservar el suelo en el que crecen nuestros cultivos, y mitigar su deterioro. En la compañía estamos comprometidos con ayudar a los agricultores a preparar sus operaciones para el futuro mediante la promoción de una agricultura inteligente y sostenible. Esto incluye el apoyo a la innovación y la tecnología, la habilitación del uso sostenible del agua, la reducción de las emisiones de CO2 y la promoción de buenas prácticas agrícolas.
En relación con este último punto cabe destacar que el 88% del volumen de papa de McCain en Argentina fue recientemente certificado por Buenas Prácticas Agrícolas, durante su última campaña 2021/22. Es por ello que constantemente nos comprometemos a impulsar a que nuestros agricultores apliquen buenas prácticas agrícolas relacionadas con la seguridad alimentaria, la trazabilidad, la sostenibilidad ambiental, la biodiversidad y la salud del suelo.
El cambio debe hacerse hoy y las empresas, en tanto actores sociales, pueden volverse un ejemplo a replicar por muchos otros que desconozcan acerca de esta realidad que no solamente preocupa sino que también pone en riesgo el futuro del sistema alimentario mundial. Reimaginar una forma más sostenible de cultivar es un elemento clave en un camino hacia una alimentación más respetuosa con el planeta.
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