Tenemos que seguir siendo más útiles que nunca
En el nuevo escenario generado por la covid-19, las fundaciones afrontan el gran reto de ser motor de cambio, de sostenibilidad y de gestión. Podemos asumir este desafío porque ya hemos demostrado una gran capacidad de adaptación y de respuesta a situaciones tan críticas como las vividas en estos meses.
Desde el comienzo de la pandemia, las fundaciones se han volcado en atender con rapidez y eficacia las necesidades de los ciudadanos, especialmente de los colectivos más vulnerables. A sus programas y convocatorias de ayudas “tradicionales”, el sector ha sumado nuevas líneas de asistencia y de apoyo que han contribuido a paliar el impacto de la covid-19. Y lo han hecho desde el profundo conocimiento de la realidad social de nuestro país, poniendo de manifiesto su cercanía a las necesidades de las personas, su capilaridad sectorial y territorial, así como su capacidad de reacción y de adaptación a un escenario tan complejo.
En este contexto, la Asociación Española de Fundaciones (AEF) ha estado más cerca que nunca. Ha permanecido a tu lado ayudándote a gestionar el impacto de la emergencia sanitaria en el sector; favoreciendo el encuentro y la cercanía con la organización de más 30 reuniones telemáticas; visibilizando la actuación del sector a través de una cadena de solidaridad formada por más de 250 fundaciones; impulsando nuevos modelos de formación; y participando en proyectos de colaboración de gran trascendencia como la reducción de la brecha digital educativa a través de la articulación por la AEF del mayor proyecto de distribución de tabletas, con la donación de las tabletas de INDRA, las conectividades de las principales operadoras y la colaboración de 28 fundaciones. Conscientes de las dificultades que ya atraviesan muchas fundaciones - reducción de ingresos e incremento de beneficiarios, entre otras -, la AEF ha aprobado en su última asamblea general un nuevo sistema de cuotas para el año 2021 que ayude a nuestras asociadas en esta circunstancia.
Concluido el estado de alarma, el sector debe seguir comprometido en afrontar los retos sociales y económicos que se presentan en nuestro país, reduciendo las desigualdades desde las múltiples áreas de interés general a las que se dedican las fundaciones Para ello, es necesario acometer una profunda transformación, una renovación que cambie nuestra metodología, nuestro modo de obtener recursos y de atraer voluntarios. Tenemos que seguir siendo útiles en unos tiempos en los que somos más necesarios que nunca y con desafíos tan críticos como el refuerzo del sistema de salud, la transformación del sistema de cuidados personales y la eliminación de la brecha digital educativa. Todo ello manteniendo el objetivo de la agenda 2030. Podemos, lo hicimos en 2008, y ahora lo volveremos a hacer.
La AEF, con el fin de proporcionar el mejor escenario de actuación posible a las fundaciones, está planteando diferentes propuestas a los grupos parlamentarios. Entre ellas, la modernización del modelo de mecenazgo; la adecuación de la legislación de fundaciones a la realidad diversa de las fundaciones en la actualidad; el refuerzo de la figura del protectorado; el reconocimiento expreso de las fundaciones como beneficiarias de algunos de los principales fondos, europeos particularmente, así como de los distintos mecanismos de garantía, de acuerdo con sus singularidades.
El sector fundacional español es el tejido de la sociedad civil que trabaja por los fines de interés general. Y lo hace desde los principios de transparencia, colaboración, innovación y sostenibilidad, entre otros; destinando para su desarrollo más de 8.000 millones de euros; y empleando a más de 250.000 personas.
Las fundaciones generan conocimiento e investigación, innovación, apoyan la formación, crean empleo para las personas con más dificultades, promueven la formación dual, contribuyen a hacer una sociedad más inclusiva con las capacidades diferentes, protegen la cultura, el arte y el patrimonio histórico artístico, generan reflexión, pensamiento y soluciones a los problemas más acuciantes, como la soledad de muchas personas que tan visible se ha hecho estos días, el envejecimiento de la población o el futuro de la España vaciada. Todo esto hay que seguir haciéndolo, ahora más que nunca.
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