Una iniciativa para integrar el arte a los procesos de enseñanza, que se inició en el año 2001 con un grupo de 700 docentes y 5000 alumnos de 8 escuelas de bajos recursos de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Chaco, permitió incrementar las matrículas de alumnos en un 19% promedio por año y reducir el índice de abandono de quienes inician el año escolar a apenas un 5% y el de alumnos que repiten de grado al 8%, cuando tradicionalmente ambos oscilaban entre un 15% y un 22%. El proyecto contó con el apoyo de las fundaciones BankBoston, Acindar, Navarro Viola y Bunge & Born.