12 millones de trabajadores forzosos dejan de percibir 20.000 millones de dólares al año
Más de 12 millones de personas en el mundo están sometidas a algún tipo de trabajo forzoso, una práctica que lleva a esos trabajadores a dejar de percibir unos 20.000 millones de dólares al año, según un estudio difundido hoy por la OIT. El informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) asegura que esa cantidad es la diferencia con los salarios que esas personas deberían percibir si se respetaran todos sus derechos laborales. La OIT constata el creciente número de "prácticas fraudulentas y hasta criminales que derivan en trabajo forzoso", y advierte del peligro de que éstas aumenten por culpa de la crisis económica.
Según la definición de la OIT, se considera trabajo forzoso "todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente". La organización aclara que el trabajo forzoso no es sólo sinónimo de salarios bajos o condiciones de trabajo precarias, sino que constituye una grave violación de los derechos humanos y una restricción de la libertad de la persona.
Alguno ejemplos son aquellos en que el empleador deduce del salario el precio del alojamiento del trabajador. "La mayoría de los casos de trabajo forzoso sigue produciéndose en los países en desarrollo, a menudo en la economía informal y en regiones aisladas con deficiencias en infraestructuras, inspección laboral y mecanismos para hacer cumplir la ley", señala el texto. Asimismo, se destaca que las personas más expuestas a sufrir el trabajo forzoso son las más desprotegidas, en muchos casos mujeres, jóvenes, indígenas y trabajadores inmigrantes.
El documento hace hincapié en señalar que el trabajo forzoso es un delito grave que requiere una sanción penal, por lo que sugiere que deben luchar contra él de forma integral tanto la justicia laboral como la penal. Según los datos de la OIT, que datan del 2005, en todo el mundo hay 12,3 millones de personas víctimas de alguna forma de trabajo forzoso. De ellas, 9,8 millones son explotadas por agentes privados, entre las cuáles más de 2,4 millones están sometidas a trabajo forzoso como consecuencia de la trata de personas. Las cifras más altas se registran en Asia, con 9,4 millones de personas afectadas, seguidas por alrededor de 1,3 millones en América Latina y el Caribe.
"El hecho de que el trabajo forzoso siga existiendo, y sobre todo a una escala tan enorme, es un absoluto escándalo que la comunidad internacional no debe tolerar. Los gobiernos tienen que trabajar juntos, en especial para luchar contra los estragos de la trata de personas, a través de leyes efectivas y de su aplicación adecuada," dijo Guy Ryder, Secretario General de la CSI, añadiendo que "los sindicatos, que colaboran a menudo con ONG y gobiernos, están trabajando de manera activa para prevenir el trabajo forzoso e identificar y asistir a los afectados."
Para acceder al informe de la OIT, pulsar aquí.
(OIT / EFE / ComunicaRSE)