Aprobado por poco, pero con mucho para mejorar
El Observatorio de RSC ha presentado este miércoles en Madrid el informe “Valoración de la responsabilidad social de las empresas españolas en América Latina” financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). El informe recoge los principales hallazgos de la investigación realizada en Argentina, Brasil, Chile, México y Perú sobre la percepción y valoración de la sociedad civil sobre la responsabilidad social de las empresas españolas en estos países. Las empresas españolas no son valoradas como líderes en temas de responsabilidad social. Si bien se identifica a España como un país avanzado en temas de responsabilidad social, no se percibe que las prácticas de las empresas en América Latina, sobre todo en sus modelos de gestión, se apliquen en los países analizados. Existe una percepción de “doble estándar” en el comportamiento social y ambiental de las empresas españolas acentuado en algunos casos por conflictos puntuales entre empresas y gobiernos de la región. Las empresas españolas deben mejorar en lo que respecta a la protección de los derechos de los/las consumidores/as, siendo un aspecto esencial que influye sobre su imagen. La valoración media fue de 6,57.Medios de Comunicación y Bancos son los mejores valorados. Peor valorado es el extractivo.
Presentación del Informe “Valoración de la responsabilidad social de las empresas españolas en América Latina”El informe ha sido presentado por María Rodríguez, presidenta del Observatorio de RSC, Orencio Vázquez, coordinador del Observatorio de RSC, José Antonio Alonso, Director del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI) y Vanina Farber, investigadora de Centrum, Pontificia Universidad Católica del Perú.
La metodología del informe ha consistido en una macro encuesta telefónica además de entrevistas personales con diferentes agentes clave de la sociedad civil: empresa, ONG, académicos, periodistas, consumidores, sindicatos y administración pública.
América Latina ha sido desde inicios de la década de los 90 uno de los principales destinos de la inversión extranjera directa de España a través de sus empresas multinacionales. En la actualidad dichas inversiones se han consolidado y suponen una parte importante de los beneficios de muchas de estas empresas: 49% del BBVA, 37% de Telefónica, 30% del Santander o Endesa, y 20% de Repsol.
El papel que ha jugado la empresa multinacional en estos países no siempre ha sido visto como agente de desarrollo y ocasionalmente se han generado conflictos sociales por los impactos producidos en el ámbito económico, social y medioambiental. Todo esto ha llevado a que desde la sociedad civil se ejerza cada vez más presión para que las empresas actúen con responsabilidad social.
Este informe pretende analizar y exponer las debilidades y fortalezas de las empresas españolas en su actuación en América Latina.
Entre las principales conclusiones resaltamos:
Las empresas españolas no son valoradas como líderes en temas de responsabilidad social. Si bien se identifica a España como un país avanzado en temas de responsabilidad social, no se percibe que las prácticas de las empresas en América Latina, sobre todo en sus modelos de gestión, se apliquen en los países analizados.
Existe una percepción de “doble estándar” en el comportamiento social y ambiental de las empresas españolas acentuado en algunos casos por conflictos puntuales entre empresas y gobiernos de la región.
Las empresas españolas deben mejorar en lo que respecta a la protección de los derechos de los/las consumidores/as, siendo un aspecto esencial que influye sobre su imagen.
Las empresas españolas en América Latina deben mejorar su comportamiento social en lo que se refiere al respeto de los trabajadores y trabajadoras. Si las empresas españolas quieren ser percibidas por la sociedad como socialmente responsables deben realizar esfuerzos importantes para asegurar la participación de los trabajadores y trabajadoras y el reconocimiento de sus derechos fundamentales.
Existe una percepción de inacción o deterioro ambiental que afecta de manera muy significativa la imagen de las empresas españolas en América Latina. Excepto Argentina y Chile dónde la cuestión medioambiental son especialmente destacadas derivadas directamente de conflictos actuales, en el resto de los países no ha habido una asociación importante entre la empresa española y la cuestión ambiental, más allá de una aparente negación o infravaloración de impactos ecológicos negativos. Sin embargo en el análisis cualitativo se pone de manifiesto que en aspectos medioambientales, como en otros, la falta de control por parte de autoridades gubernamentales es un déficit importante.
Aunque en América Latina se percibe que las empresas españolas respetan los derechos humanos, se plantea claramente la necesidad de que éstas mejoren su comportamiento para asegurar su protección.
Existe un consenso pronunciado sobre la necesidad de que las empresas españolas mejoren su comportamiento en la lucha contra la corrupción.
La sociedad comienza a demandar una mayor implicación del Estado en la gestión directa de servicios públicos, especialmente aquéllos vinculados con los recursos naturales y la energía. El análisis cualitativo pone de manifiesto la importancia del marco regulatorio, ya que las empresas pueden aprovecharse de la laxitud de ciertas normas. Pero especialmente se reclaman mejores mecanismos de supervisión y regulación de las operaciones, así como una mayor rendición de cuentas.