Abusos graves de los derechos humanos

Según los autores, en muchas otras ocasiones, las marcas internacionales de ropa se han relacionado con los abusos de derechos humanos graves que tienen lugar en los centros de trabajo que se incorporan en sus cadenas de suministro a través de acuerdos de subcontratación no autorizada. Otras marcas, por ejemplo, se vinculan al trabajo esclavo en los talleres de costura y el trabajo forzoso en centros de detención de drogas.

La presión sobre los precios bajos y entrega rápida

Con el fin de cumplir con plazos ajustados y ser capaces de completar pedidos imprevistos, los fabricantes pueden subcontratar determinados procesos de producción en otras fábricas y lugares de trabajo, sin informar al comprador. De esta manera, incluso pedidos completos se pueden desplazar del proveedor contractual a proveedores desconocidos. Las fábricas y lugares de trabajo subcontratados no son formalmente parte de la cadena de suministro del comprador y las auditorías de cumplimiento social corporativa, por lo tanto no tienen lugar allí.

Dichos lugares de trabajo pueden no estar registrados, pueden ser empresas informales, donde no se paga ningún impuesto, y donde las inspecciones laborales gubernamentales no tienen lugar en absoluto.

Además, la enorme presión sobre los precios bajos y la entrega rápida, junto con las relaciones volátiles en la industria de la confección, han llevado a incrementar los niveles de subcontratación no autorizada en los países de producción.