El agro reflexionó sobre su sustentabilidad hacia 2050

16.11.2011 | Destacadas

El martes 15 de noviembre se llevó a cabo la segunda edición del Foro para el Futuro de la Agricultura: “Una Visión hacia el 2050: La nueva agenda para la economía y los negocios” organizado por Syngenta Argentina y el CEADS. La jornada contó con la participación de expositores nacionales e internacionales que analizaron los desafíos que enfrenta la humanidad en relación con la producción de alimentos para una población en constante crecimiento, reservando los recursos naturales y cuidando el medio ambiente. 


Durante la jornada se presentó el  Proyecto Visión 2050 del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD en sus siglas en inglés), que servirá de  Plataforma de diálogo sobre la  visión de un mundo centrado en la sostenibilidad de aquí a 2050. El Director Ejecutivo del CEADS, Sebastián Birorito inició la jornada presentando los ejes claves del proyecto Visión 2050 del WBCSD.

Las principales tendencias detectadas fueron: (1) el crecimiento demográfico: para 2050 se calcula que la población superará los 9.000 millones de personas, un crecimiento del 30% a nivel global concentrando el 70% en países en vías de desarrollo; (2) la explosión urbana: el 70 % de la población mundial vivirá en ciudades; (3)el nuevo rol de las economías en vías de desarrollo: el rol de China, India y Latinoamérica como reserva de recursos y mano de obra; (4) las consecuencias del cambio climático y los nuevos desafíos de la agenda energética: la necesidad de ”Des-energizar la economía y des-carbonizar la energía”.   

En el primer panel se debatió sobre el principal desafío que se impone para las próximas cuatro décadas: lograr que las 9.000 millones de personas que habitarán el planeta puedan satisfacer sus necesidades dentro de los límites ambientales, conservando recursos desde una perspectiva de la sustentabilidad. En este sentido Martín Santiago del  PNUD defendió una postura optimista que busca considerar el crecimiento poblacional en términos de un crecimiento en la esperanza de vida y de un descenso de la escala de mortalidad infantil y materna, sin negar el peso que tienen los límites medioambientales que nos impone el planeta.  

"Ya no tenemos países y economías emergentes, sino convergentes en el escenario de la economía mundial", afirmó Santiago.

“Actualmente el desafío es poder cambiar la forma de hacer negocios porque si seguimos la historia de crecimiento necesitaríamos 2,3 planetas para sobrevivir”. Frente a la pregunta sobre cuál es el rol de las empresas como líderes en este nuevo modelo de negocios sustentable, el representante del PNUD afirmó que lo que se necesita son “respuestas colectivas para soluciones complejas. En los 90 las empresas eran las culpables del problema, ahora la perspectiva cambió y son parte de la solución. Pero no pueden trabajar en aislamiento. Es necesaria la cooperación del sector empresarial con las organizaciones de la sociedad civil y entidades gubernamentales para cambiar los escenarios de acción.  Se necesitan “Alianzas complejas”. 

Lawrence Pratt, Director del Centro Latinoamericano de Competitividad y Desarrollo Sostenible de INCAE  Business School, disertó sobre los cambios globales que se producirán en la cadena de valor para 2050. Entre los resultados revelados en el panel se destacan el aumento de los gases de efecto invernadero producidos por el sector agrícola, la caída de la productividad en un 25% a causa de los efectos del cambio climático y de la escasez de agua, la concentración de la población más pobre en el sector agrícola.

A continuación afirmó que “las empresas deberán comenzar a incluir los costos de los recursos naturales a sus planillas, deberán buscar formas de superar la escasez de combustibles fósiles y otros recursos a través de un régimen de comercio internacional más abierto”.  Por último destacó que el 70% de los trabajadores de la cadena agroalimentaria mundial son mujeres y por ello los índices de equidad de género cobran un valor indispensable para medir el desarrollo futuro de un país. 

En el segundo panel se debatieron los desafíos que se presentan a la hora de lograr una agricultura sustentable que permita el crecimiento de la producción sin que aumente el consumo de agua y otros recursos no renovables. La propuesta de la Revolución verde 2.0 se centra en un uso intensivo del conocimiento y en la promoción de incentivos, explicó Cristianne Close, directora de Seguridad Alimentaria y Sustentabilidad de Syngenta y moderadora del diálogo. 

En el panel se presentaron los resultados de una investigación realizada por el INTA en materia de sustentabilidad revelando que en medio siglo de crecimiento Argentina ha sido el país que ha logrado aumentar su productividad gracias al consumo eficiente de energía. Además se presentaron algunos problemas que deberá enfrentar el sector en los próximos años como la Deforestación y la desmineralización de la tierra y  la escasez de agua y de combustibles fósiles.

Ernesto Viglizzo del INTA afirmó que evitar usar el agua en sistemas de riego es uno de los desafíos futuros  pero que ya existen en el país empresas que buscan erradicar esta metodología como Molinos Río de la Plata y El Tejar, ambas presentes en este panel.  Estas empresas se proponen promover  una “conciencia estratégica’  evitando utilizar el riego como metodología. 

Agustín Garay. Molinos Río de la Plata contó cómo la empresa trabaja en el “pago por servicio de los ecosistemas” habiendo  invertido 900.000 millones de dólares en productos certificados y en procesos de certificación ambiental. Por su parte Diego Sodor de la empresa El tejar contó que el 5% de su personal (800 personas en total) trabaja en las áreas de RSE y sustentabilidad fomentando acciones propuestas por las mismas comunidades para evitar centrar la agenda “en nuestras necesidades como empresa y más en lo que la comunidad local necesita”. 

El cierre de la Jornada estuvo a cargo de Lorenzo Basso, Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación cuyas declaraciones confirmaron el futuro promisorio para la inversión en Argentina y en América Latina. Destacó la necesidad de alianzas estratégicas con países vecinos como Brasil y Colombia y las exigencias ambientales como eje de los negocios futuros. Propuso que el desafío para los gobiernos y las empresas deberá ser el agregado de valor y la promoción de mercados.

Sobre el final de la jornada Alberto Willi, de IAE Business School hizo un repaso por los temas tratados durante el foro. Se mostró sorprendido por la contundencia de los resultados que ofrecieron las investigaciones sobre crecimiento poblacional y variaciones climáticas. “Necesitamos poder encontrar formas de hablarle a las personas no solo con datos estadísticos, no solo a su mente sino también a su corazón, a su parte blanda. Solo así podremos tener un cambio de actitud”, concluyó.