"El futuro está en ofrecer bienes y servicios ambientales"
El profesor de política y legislación medioambiental de la Universidad de Yale explicará el significado de la ecoinnovación. Una estrategia rentable para las empresas y que hará un mundo más verde. Crecimiento, sostenibilidad y empresa no son conceptos que están reñidos. Daniel Esty, profesor de política y legislación medioambiental en la Universidad de Yale y ponente en la edición de Expomanagement de este año, propone nuevas estrategias para un mundo más verde. "El futuro está en las empresas que consigan ofrecer bienes y servicios medioambientales, en particular las que aporten productos innovadores", asegura. Asesor de empresas en todo el mundo sobre sostenibilidad, energía y medio ambiente, Esty es experto en ecoinnovación. Una fórmula que se basa en "la eficiencia energética, la energía alternativa, la reducción de emisiones y la mejora de la productividad de recursos".
- Hoy que se habla de los retos y consecuencias del cambio medioambiental, pero los expertos no coinciden en el alcance del cambio climático en nuestras vidas. Los hay escépticos y alarmistas. Usted, ¿dónde se sitúa?
- Con respecto al cambio climático, hay un gran consenso en la comunidad científica internacional y cada vez más científicos piensan que se trata de un problema real. Para ser más precisos, sabemos a ciencia cierta que el efecto invernadero es real. También conocemos, con un alto nivel de fiabilidad, que el nivel de gases de efecto invernadero que hay en nuestra atmósfera es más alto hoy de lo ha sido desde la era preindustrial hace más de 200 años.
Sabemos, además, que el calentamiento es sólo una parte del problema. La subida de las temperaturas puede contribuir a un aumento del nivel del mar por la descongelación de las capas de hielo. También puede provocar graves huracanes y tifones. Ejemplos de esto es el último desastre en la antigua Birmania y en Nueva Orleans, devastada por el huracán Katrina hace dos años.
Por otra parte, se espera que se produzca un cambio en las precipitaciones, que provocará sequías e inundaciones, que repercutirán en al agricultura y en la escasez de agua. No obstante, es importante reconocer que el nivel de previsión sobre la velocidad, magnitud y distribución de los daños derivados del cambio climático es deficiente. Lo fundamental es que, aunque hay un cierto grado de incertidumbre, tenemos los suficientes conocimientos para saber que el cambio climático es una amenaza importante para el planeta, razón por la que se impone una respuesta inmediata a nivel global. Por tratarse de un asunto científico, nunca estaremos seguros al 100%, pero iremos ganando seguridad con el tiempo y, en cualquier caso, ésta no puede ser una excusa para no actuar inmediatamente.
- Se suele decir que las empresas tienen ante sí un filón de nuevos ingresos derivados de las nuevas políticas que pretenden ser respetuosas con el medio ambiente. ¿La ecoinnovación tiene que ver con esto?
- Las empresas inteligentes reconocen que proporcionar soluciones medioambientales puede resultar una labor rentable. Ahora que el barril de crudo ha superado los 125 dólares, las empresas tienen que conocer los beneficios de aumentar las inversiones en desarrollo energético. Por tanto, las compañías que ofrecen tecnología que reducen las necesidades energéticas tienen la posibilidad de obtener importantes ingresos. Los mismos que obtendrán las empresas que descubran la manera de generar electricidad a menor coste, si utilizan una alternativa a la combustión de combustibles fósiles. A medida que la sociedad demande una disminución de la polución atmosférica, de la exposición a los agentes químicos, alimentos más seguros y una mejor conservación del agua, destacarán las empresas que disponen de tecnologías que ayuden a conseguir estos beneficios. Por otro lado, cada vez es más evidente que la clave para el progreso medioambiental es la innovación. La ecoinnovación representa una gran oportunidad. El futuro está en las empresas que consigan ofrecer bienes y servicios medioambientales, en particular las que aporten productos innovadores.
- ¿Cuáles son los principios fundamentales de la innovación que tiene que ver con la ecología?
- La innovación ecológica se basa en cuatro aspectos fundamentales: la eficiencia energética, la energía alternativa, la reducción de emisiones y la mejora de la productividad de recursos. Un quinto aspecto sería la retención y almacenamiento del carbono. Las empresas intentan buscar formas rentables de retener los gases de efecto invernadero y evitar su propagación por la atmósfera, desencadenante del cambio climático.
- ¿Cómo se puede hacer compatible la verdadera ecoinnovación con el hecho de que las compañías se limiten simplemente a cumplir trámites burocráticos para asegurar el respeto al medio ambiente?
- Las empresas inteligentes ya no piensan sólo en cumplir la normativa sobre medio ambiente, ni en términos de costes y ni en gestión de riesgos. Los líderes empresariales se han percatado del potencial de contar con mayores ventajas competitivas en la gestión de soluciones medioambientales frente a otras empresas. Las ecoventajas pueden provenir del recorte de costes -sobre todo energéticos-, la reducción de riesgos y los beneficios de ofrecer un producto que resuelva los problemas medioambientales de un cliente. Las empresas que intentan mantener una estrategia burocrática tradicional frente a los asuntos medioambientales no han sabido adaptarse a los tiempos. Se impone un entorno empresarial en el que predomine un pensamiento medioambiental sofisticado centrado en el control de la contaminación y en la gestión de recursos naturales.
- Los valores ecológicos son un argumento decisivo para captar a las nuevas generaciones. Juntar ecología e innovación, ¿es la fórmula mágica para captar el talento joven en las nuevas organizaciones?
- Algunos sectores de la población prestan especial atención a los aspectos ecológicos. Por ejemplo, las mujeres están más concienciadas que los hombres sobre los asuntos relacionados con la reducción de la polución, la limitación del cambio climático y la seguridad de los alimentos y el agua. La población con un mayor nivel de ingresos puede permitirse invertir más en productos de mejor calidad medioambiental. Ningún sector de la población se toma más en serio este problema que los más jóvenes. Muchos de ellos evitan comprar productos de empresas no comprometidas con el medio ambiente y no aceptan trabajar en una compañía que no cuente con un buen historial medioambiental.
(Expansión & Empleo)