El reto de calcular el valor económico de la biodiversidad
Pavan Sukhdev, ha sido definido como el banquero de la naturaleza. En su trabajo “La Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad (TEEB)” estima el valor de los activos de la naturaleza y los beneficios económicos de la biodiversidad. En esta charla TED presenta los principales desafíos ante lo que él llama "la invisibilidad económica de la biodiversidad" que se debe a "nuestra incapacidad para percibir la diferencia entre los beneficios públicos y beneficios privados". Insta a comenzar a incluir estos recursos en la medición del PIB y en las evaluaciones económicas privadas.
Al inicio de la charla TED, Pavan Sukhdev describe los objetivos para una "Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad (TEEB)", iniciativa nacida en 2007 de la mano de un grupo de ministros de medio ambiente del G8 + 5 que se preguntaban si además de medir el impacto económico del cambio climático se podría analizar el valor de la biodiversidad. Este cometido no era nada sencillo, afirma Pavan Sukhdev, ya que la biodiversidad, el tejido vivo de este planeta, no es un gas. Está presente en muchas capas, los ecosistemas, las especies y los genes.
Pese a estas dificultades se lanzó el proyecto con un informe provisional basado en información recopilada sobre el tema. La principal conclusión del informe era que se estaba produciendo una pérdida del capital natural, entendido como los beneficios económicos que se derivan de la naturaleza, a un ritmo extraordinario estimado en cuatro billones de dólares. El informe fue presentado en 2008 en medio de una crisis financiera con pérdidas de dos billones de dólares. Esto permitió comparar la pérdida del capital natural con la pérdida de la crisis.
Pavan Sukhdev destaca una idea clave en su presentación: la invisibilidad económica de la biodiversidad. Cita el ejemplo paradigmático de la Selva Amazónica cuyos ciclos de lluvia alimentan con eficacia una economía agrícola del orden de los 240 mil millones de dólares en América Latina. Sukhdev se pregunta: ¿cuánto deberán pagar Uruguay, Paraguay, Argentina y el estado de Mato Grosso en Brasil por este insumo vital? Y la respuesta es nada de nada, exactamente cero. Esa es la invisibilidad económica de la naturaleza. Pavan Sukhdev argumenta que este estado de cosas no puede continuar ya que los incentivos y desincentivos económicos son muy poderosos y que es necesario abordar esta invisibilidad para frenar degradación progresiva y la pérdida de este valioso recurso natural.
Lo mismo que explica para el Amazonas lo hace al nivel de las especies, por ejemplo el proceso de polinización a base de insectos cuyo valor ha sido estimado en 190 mil millones de dólares, algo así como un 8% de la producción agrícola total a nivel mundial.
Ante esto se pregunta ¿a quién se le debe pagar por estos servicios ambientales? Para Pavan Sukhdev el destinatario de estos fondos debe ser la comunidad local. Pone el ejemplo de la pesca insostenible. “Hoy en día, el agotamiento de las pesquerías es tan significativo que efectivamente está afectando la capacidad de los pescadores artesanales para sobrevivir y alimentar a sus familias. Cerca de mil millones de personas dependen del pescado. Y al ritmo en el que estamos perdiendo el pescado, se vuelve un problema social de enormes dimensiones.”
“Un estudio estimó que para países como Brasil, India e Indonesia los beneficios que se derivan de la naturaleza no son muy grandes en términos porcentuales del PIB – 2,4,8 10, 15 por ciento - pero si medimos lo que valen para los pobres la respuesta supera el 45 por ciento, 75 por ciento, y hasta el 90 por ciento de sus ingresos. Esa es la diferencia. Debido a que estos son beneficios importantes para los pobres el activo más importante es la infraestructura ecológica."
Durante la charla TED, Pavan Sukhdev mostró gráficos sobre la evolución de la biomasa mundial desde la era preindutrial hasta hoy con evidencias de deterioro importante. Para Sukhdev se trata de un problema básico: nuestra incapacidad para percibir la diferencia entre los beneficios públicos y beneficios privados. El argumento sostiene que la humanidad tiende a ignorar constantemente la riqueza pública, simplemente porque es un bien común.
Presenta un ejemplo con los Manglares en Tailandia, bosques pantanosos que viven donde se mezcla el agua dulce del río con la salada del mar. “El valor de un manglar no es mucho, alrededor de 600 dólares durante su vida útil de nueve años, en comparación con el valor de una granja de camarones que son $ 9600. Esto ha generado una tendencia gradual a agotar los manglares para convertirlos en criaderos de camarones. No percibimos que se trata de un subsidio y que recuperar esas tierras luego eleva los costos hasta hacerlo insostenible. Estos costos no se miden porque están en la barrera de lo público”.
Pavan Sukhdev propone reconocer y dar visibilidad al capital natural. Insta a comenzar a incluir estos recursos en la medición del PIB y en las evaluaciones económicas privadas. Para ello Sukhdev creó el Proyecto Contabilidad Verde que luego se transformó en TEEB. Otros se han sumado a la iniciativa de medir el capital natural como el Banco Mundial y su proyecto llamado WAVES - Contabilidad y valoración de los servicios ecosistémicos.
La cuenta pendiente está en el sector privado, afirma Pavan Sukhdev. Criticó a empresas como Unilever y P&G que llevan adelante iniciativas de sustentabilidad pero que aún no calculan ni divulgan sus externalidades. Destacó el caso del Instituto de Censores Jurados de Cuentas en el Reino Unido que ha puesto en marcha una coalición internacional para medir y valorar el capital natural.
Sobre el mercado de carbono, afirmó ser un primer paso para esto pero destacó su limitación ya que solo se miden las emisiones, el carbono negro, y no el carbono verde, que es la deforestación y las emisiones agrícolas, y el carbono azul que son las emisiones azules, éstas en conjunto constituyen el 25 por ciento de nuestras emisiones.
Al final de cuentas se trata de decisiones éticas, concluye Pavan Sukhdev.