El robo dentro de las empresas
En la Argentina el 20% de las 300 mayores compañías que operan en el país reconoció haber sido víctima de delitos cometidos por sus propios ejecutivos. El daño se mide en pérdida de reputación y en plata ya que en promedio los delitos alcanzan al 10% de la facturación. El dato surge de una encuesta de la consultora Ernst&Young que cree que los casos son muchos más si se considera que en el sondeo, realizado a la alta gerencia de esas firmas, el grueso se encoge de hombros y admite no saber si los están estafando.
En Ernst&Young dicen que la corrupción privada es un fantasma que recorre casi todos los países. "Aunque aquí hay más ingenio", dice Walter Larriva, de profesión contador pero que llegó al puesto máximo en la división de delitos económicos de la Policía Federal y que fue contratado especialmente por Ernst&Young. Lo cierto es que Larriva cambió de oficina pero no de oficio. "Me dedico a patrullar", dice al describir las distintas técnicas del delito. ¿La más común? Gerentes que se asocian en negocios y en una red de encubrimientos. Algunos se sienten en un frasco de cristal "porque resisten cualquier auditoría".
De acuerdo con el estudio citado por un blog del diario Clarín, el 89% de las empresas consultadas cree estar expuesta a un ilícito, aunque el 56% no lleva a cabo una política de prevención. Aquí los otros datos de la encuesta:
- En relación al tipo de fraude sufrido, el 34% de los ejecutivos señaló que el delito se consumó con la connivencia entre empleados y terceros, el 31% por ciento estuvo relacionado al robo de activos y el 23% consistió en la sustracción o manipulación de información.
- Un 8% de los encuestados sufrió fraude de estados financieros y 4% indicó otros tipos de maniobras ilícitas.
- Las áreas de compras (34%), finanzas (21%) contabilidad (14%) y sistemas (14%) fueron identificadas como las más sensibles para este tipo de delitos.
Hay un dato llamativo. A pesar del daño, en el 72% de los casos de fraude las empresas afectadas no iniciaron juicio, tal vez para evitar que el asunto se ventile.