El sector del textil pide políticas que defiendan el 'trabajo digno en origen'
El sector de la confección ha reiterado la necesidad de implantar políticas en las empresas que velen por unas condiciones de trabajo dignas de los empleados 'que son niños y mujeres de países en vías de desarrollo'. Además, la industria reconoció las dificultades de aplicar la RSC en las pymes.
La moda busca buenas prácticas. O al menos eso es lo que pretendió transmitir el viernes la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon) en una jornada sobre responsabilidad social corporativa (RSC) en las empresas de la confección enmarcada en la Semana Internacional de la Moda de Madrid.
Todos los participantes de la jornada coincidieron en que se debe trabajar duro por respetar el 'trabajo digno en origen', un derecho fundamental que, a causa de la deslocalización de las empresas de moda, no está tan seguro.
Todos exigieron la garantía a que unas condiciones de trabajo dignas en todas las cadenas de producción incluyendo filiales, subcontratistas y proveedores, actores estos últimos 'donde abundan las malas prácticas'. Pero no basta sólo con adscribirse a códigos de conducta propios o ajenos. Desde Comisiones Obreras piden 'cambios profundos en la gestión y en la cultura de las empresas'.
Las pymes fueron el otro punto de encuentro entre todos los asistentes a la jornada. Los asistentes señalaron la dificultad con la que éstas se encuentran a la hora de aplicar políticas de responsabilidad social.
El portavoz de Comisiones Obreras, Joaquín González, aseguró que los costes de llevar a cabo la RSC son muy altos y que se tiene que educar a las pymes en otro tipo de políticas a las que puedan tener alcance. Además, desde Fedecon se les ofreció ayuda para que adopten medidas de gestión responsable.
Empresas modelo
Inditex, Cortefiel y Mango realizan cerca de 200 auditorías anuales para evaluar sus buenas prácticas corporativas. Además, Inditex y Mango forman parte del Ethical Trading Initiative (ETI), una alianza internacional de empresas y organizaciones comprometida a trabajar para identificar y fomentar una buena práctica en la implementación de códigos de prácticas laborales.
Son ejemplos de compañías modelo, pero también de grupos grandes. Algo que facilita que cumplan con normativas de sostenibilidad y de buen hacer porque tienen un presupuesto mucho mayor. En la jornada del viernes estuvo presente Antonio Abril, presidente del gabinete jurídico de Inditex, quien aseguró que para su grupo la RSC es 'desarrollar su actividad ordinaria con sostenibilidad a medio y largo plazo'.
Abril destacó que Inditex mira mucho con quien trabaja. De hecho, en 2006 decidió prescindir de 302 proveedores por malas prácticas que ellos relacionan con el trabajo infantil, la explotación laboral y el incumplimiento del salario mínimo.
Según la empresa y el sindicato Comisiones Obreras, Inditex siempre ha rescindido sus contratos cuando uno de sus proveedores realizaba malas prácticas.
El grupo Cortefiel, por su parte, sitúa la acción social en la cúspide de su modelo de responsabilidad social corporativa. Esta compañía cuenta con códigos de conducta internos y externos de RSC. Desde hace apenas unas semanas, los empleados (incluidos también los directivos) tienen que comprender y firmar un compromiso de ética y responsabilidad.
Comprar moda de la etiqueta verde
El Made in Green o la etiqueta verde. Eso es lo que visten Hannibal Laguna, Antonio Canales, Eva Hache o Miguel Ríos, según puede verse en la página web de la iniciativa. El Made in Green es una certificación internacional cuya responsabilidad en España corresponde a la Asociación de Investigación de la Industria Textil (Aitex), instituto tecnológico que certifica mediante la etiqueta verde el cumplimiento de estándares internacionales en relación con la calidad del producto en términos de salud del consumidor.
Es una marca que certifica que en toda la trazabilidad del producto éste ha sido fabricado en centros de producción donde se respeta el medio ambiente y los derechos universales de los trabajadores. Certifica, además, que todas las empresas o centros de producción de la cadena de valor que intervienen en la fabricación del producto para su elaboración tengan implantados y certificados por una entidad u organismo externo e independiente de reconocido prestigio, un sistema de gestión ambiental y un código de conducta y de responsabilidad social.
Ahora, el Made in Green continúa con su implantación internacional. Los últimos acuerdos firmados han llevado la marca a Reino Unido, Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Así la etiqueta verde está registrada en 25 países de la Unión Europea y Estados Unidos.
(Cinco Días)