A pesar del incremento de los viajes de negocios de la compañía, como consecuencia de la recuperación económica, SAP pudo reducir su huella de carbono global mediante el recorte de su consumo energético y la adquisición de una mayor cantidad de electricidad de fuentes renovables, que ahora constituye la mitad de la que utiliza en todo el mundo.
El objetivo de la empresa es potenciar el uso de la videoconferencia, con el fin de reducir las emisiones generadas por los viajes de sus empleados, para mantenerse por debajo de las 460.000 toneladas de CO2 anuales.

En 2009, SAP adoptó el compromiso de que en 2020 sus emisiones de CO2 no superarían las 275.000 toneladas, el mismo nivel que en 2000, y aproximadamente la mitad que en 2007, año en el que la empresa emitió la mayor cantidad de dióxido de carbono (540.000 toneladas).
SAP ha progresado significativamente en la eficiencia energética de sus centros de proceso de datos, gracias a la mejora de su diseño, tecnología y hardware, lo que le ha valido la certificación de la organización alemana de normalización TÜV Rheinland.

La compañía también ha elaborado un código de conducta para sus proveedores y se ha sumando al Consorcio para la Sostenibilidad, una organización internacional que agrupa empresas y ONG comprometidas con la mejora de la sostenibilidad de los productos de consumo.
(Servimedia)