La dinámica de género en las cadenas de valor agrícola
La organización social del Reino Unido Twin, junto a la Fundación Fairtrade, presenta un informe sobre el empoderamiento de las campesinas en las cadenas de valor agrícolas. Según este informe muchas empresas no son conscientes del papel fundamental que desempeñan las mujeres en el suministro de los ingredientes de los que dependen para sus productos, ya que la contribución de mujeres no suele ser reconocida, sino que invisible y no remunerada.
“Las mujeres desempeñan un papel clave en la agricultura, en África el 70% del trabajo en agricultura es realizado por mujeres. Aun así, sigue existiendo una brecha de conocimiento en las mujeres en las cadenas de valor de alimentos, sus funciones y contribuciones”, revela el informe.
El objetivo de este informe es identificar y analizar la dinámica de género en las cadenas de valor y destacar las buenas prácticas que adoptan las organizaciones de productores que reconocer y empoderan a las agricultoras.
El informe también presenta recomendaciones sobre los enfoques que son más eficaces en el logro de la justicia de género en las cadenas de valor y las comunidades más amplias. Se realizó en 14 organizaciones de productores en 6 países en África, Asía y América Latina para estudiar mejor el rol de la mujer en tres sectores: Café, cacao y frutos secos.
En el informe se destacan cuatro puntos:
-Trabajo: Las mujeres que trabajan en la agricultura a menudo suelen tener un trabajo poco valorado, mientras que llevan a cabo la mayoría del trabajo del hogar. En muchas casas las mujeres tienen que compartir sus ingresos y contar a sus maridos cuánto han ganado; mientras que no se aplica lo mismo a los hombres. En muchos casos únicamente 2 de cada 10 hombres son honestos sobre sus ingresos con sus mujeres. Una mujer comentó en la realización del informe que su marido le enviaba a un chico para que le vigilara mientras ella vendía cacahuetes y así evitar que ella cogiera algo del dinero de las ganancias.
-Ingresos: Las mujeres tienen poca influencia sobre cómo se reparte el ingreso en los hogares, son los hombres los que lo controlan; este balance sobre el control mejora cuando las mujeres empiezan a recibir ingresos de sus propios negocios. Las mujeres que tienen acceso a un ingreso adicional, suelen contribuir más para gastos familiares. En Kerala (India), los hombres comentaron que las mujeres eran más eficientes en la gestión de los pagos de los préstamos.
-Propiedad: Las mujeres poseen significativamente menos tierras que los hombres, esto afecta a su capacidad para ser miembros en las organizaciones de productores, acceder a créditos y obtener asistencia técnica. En promedio únicamente una cuarta parte de la tierra cultivable es propiedad de mujeres en los países en vías de desarrollo. Ser propietaria de tierras no solamente les permite formar parte de una organización de productores y poder tomar decisiones, sino que también les da cierto estatus tanto en la sociedad como en la familia; además de proporcionarles seguridad (en el caso de ser viudas).
-Toma de decisiones: A consecuencia de los tres puntos anteriores, los hombres tienden a dominar la toma de decisiones tanto en el hogar como en las organizaciones de productores. En las organizaciones en las que las mujeres tienen más poder en la toma de decisiones, estas se preocupan más por la educación de sus hijos y la salud de su familia. Para poder tomar decisiones en una organización de productores, deben primero ser miembros de la misma y para ello necesitan poseer tierras o árboles (en el caso del cacao y el café).
La Fundación Fairtrade y Twin hacen un llamamiento a las empresas para actuar sobre las recomendaciones del informe, que son:
- Desarrollar políticas de género corporativas que reconozcan el papel de las mujeres agricultoras y trabajadoras para mejorar progresivamente la justicia de género dentro de sus cadenas de valor.
-Animar a los proveedores a que se comprometan a la igualdad de representación de las mujeres en la membresía y liderazgo dentro de las organizaciones de productores.
-Asegurar que las inversiones en entrenamiento agrícola y los recursos incluyen a las mujeres, tales como los servicios de extensión, insumos agrícolas y tecnologías.
-Compartir la experiencia empresarial e invertir en iniciativas de generación de ingresos dirigidas a las mujeres, tales como la creación de microempresas dirigidas por mujeres.
-Desarrollar productos diferenciados que promuevan el empoderamiento de las mujeres, conectar a las mujeres productoras y consumidores y dar a las mujeres productoras conocimientos sobre el mercado.