“La ISO 26000 nos resultó muy clara y nos ayudó a equilibrar el reporte”
Pocos meses atrás, el Grupo Sancor Seguros revolucionó el sector empresario presentando el primer reporte de susententabilidad realizado en Argentina que tomaba como referencia la Guía ISO 26000 de Responsabilidad Social, que tanta expectativa había generado. ComunicaRSE entrevistó a Betina Azugna, Responsable de Responsabilidad Social Empresaria del Grupo Sancor Seguros. Nos reveló todos los detalles del proceso y analizó el impacto que tuvo la adopción de la Guía en la estrategia de la empresa.
¿Cómo fue que la empresa decide aplicar la norma ISO 26000?
Lo empezamos a conversar con el equipo que nos apoya con el proceso del reporte. En diciembre de 2010 cuando nos enteramos del lanzamiento de la norma, decidimos estudiarla y para ello hicimos un curso intensivo organizado por el Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (CEADS) y el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM).
Habíamos tenido algunas reuniones durante el armado de la estructura del reporte anterior donde notábamos que algunos capítulos quedaban muy largos y otros muy cortos y teníamos que definir cómo equilibrarlo.
Además coincidió que en la división de RSE de IDEA (Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina) empezamos a trabajar el tema de los Derechos Humanos. Para entonces, comenzamos a armar una presentación sobre Derechos Humanos orientada al negocio basada en los informes brindados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y detectar la relación de nuestro negocio con ese tema. Así se inició una etapa de investigación sobre los siniestros de tránsito, y armamos nuestra visión sobre cómo vemos los derechos humanos, ligado al tema del derecho a la seguridad y la vida. Incluso la OMS identifica grupos vulnerables en los siniestros de tránsito, como después lo solicita la norma ISO. Eso fue un buen disparador para abordar la materia de DDHH y encaminamos el armado del reporte siguiendo la Norma ISO 26000. Todo el trabajo que habíamos hecho en materia de prevención y seguridad vial se enmarcaba perfectamente en el tema de derechos humanos, tal como lo veníamos haciendo desde el año 2005, con diálogos con los Grupos de Interés, mapeo de la esfera de influencia, informes de rendición de cuentas, entre otras cuestiones. De esta manera estábamos adoptando principios y recomendaciones de la nueva Norma ISO.
¿Y cómo fue la recepción de la alta dirección de la idea de aplicar la ISO 26000?
Siempre fue abierta. Igual que cuando a fines de 2005 le presentamos la norma AA1000 y el GRI y en el 2009 con la adhesión al Pacto Global. El compromiso es avanzar y responder a todos los indicadores y compromisos asumidos con los grupos de interés. Entendemos que estas herramientas son progresivas, vamos creciendo y avanzando de a poco y alcanzando los estándares paulatinamente. Es verdad que cuando se menciona la Norma ISO, parece un objetivo inalcanzable pero la empresa ya venía trabajando en muchos aspectos con principios y recomendaciones que esta norma incorporó. Sólo se reorganizaron de una forma distinta a la forma en que se presentaban antes.
Comparando este nuevo proceso con lo que venían haciendo con el GRI y AA1000, ¿Se volvió más complejo? ¿Cómo modificó la dinámica del reporte el hecho de tomar esa nueva referencia en el proceso de implementación?
Se amplio y se clarificó. Muchos indicadores del GRI son muy difíciles de interpretar, la ISO 26000 es muy clara y nos ayudo a reorganizar y equilibrar la información dentro de los capítulos del reporte, esto fue lo más útil de su aporte. La incorporación del capítulo de Derechos Humanos como materia fundamental de la ISO fue una de las novedades y avances logrados. Otra de las materias importantes es la de prácticas laborales lo que permitió que nuestro reporte tenga un capítulo entero sobre el público interno de la empresa.
¿Y por qué dice que le sirvió para equilibrar el reporte?
Básicamente para que se ajustaran los contenidos en las siete materias fundamentales de la ISO. Esto reorganizó la estructura y logró que no se concentre la información en un único capítulo. Por ejemplo, en el área de comunidad los programas ligados a seguridad vial y derecho a la vida fueron reubicados en el capítulo de derechos humanos. Lo que quedó en el capítulo de Comunidad fue el trabajo de la Fundación, las áreas de trabajo en red con otras instituciones como el Ministerio de Educación, entre otras cuestiones.
¿Por qué tomaron la decisión de utilizar el reporte como herramienta de difusión de la propia Guía?
Porque nos pareció que era importante dar a conocer la norma. Para los que están usando sólo el Pacto Global, la norma ayuda a clarificar cada principio, lo mismo para los que usan el GRI. Creemos que si 199 países trabajaron durante 5 años para responder a todo lo que es la RSE, no sólo de las empresas sino de todas las organizaciones, es importante como mejor práctica su adopción y por supuesto también su difusión.
De las 7 materias fundamentales y sus indicadores, ¿encontraron dimensiones que parecieran inaplicables para el contexto argentino?
No recuerdo ninguna específicamente. La ISO está hecha en base a diferentes contextos socio-económicos y legales por lo cual hay muchos aspectos que no aplicamos o cumplimos pero por las características propias de nuestro negocio. Igualmente hay mucho para seguir trabajando.
Hay una cuestión que asusta a las empresas y las hace reacias para trabajar con la ISO: el manejo prudente de la comunicación de la ISO. ¿Cómo hicieron para validar y legitimar el uso de una herramienta que no es certificable?
Estamos siempre en contacto con el IRAM (Instituto Argentino de Normalización y Certificación), que es el que nos capacitó y confirmó los mecanismos que la propia ISO establece para comunicar la adopción de la Guía.
¿Y ustedes conocían alguna otra empresa que lo hubiera aplicado para tomar como modelo?
No, sólo teníamos la referencia de una empresa de seguros ecuatoriana que comunicó que utilizó la ISO pero no logramos obtener el reporte, así que trabajamos sin referencias.
¿Cómo será la evolución en el futuro, cómo toman la herramienta de cara al próximo reporte?
La herramienta nos ayudó mucho y prueba de ello es que estamos trabajando en un sistema de gestión que va a ser soportado en ISO Tools, que es una herramienta de gestión útil para la ISO 9001. Nosotros la queremos hacer a medida y para ello estamos trabajando con ISO Tools España y con una consultora argentina para volverla un sistema de gestión que permita trabajar cada una de las materias fundamentales de la ISO 26000.
Tenemos una modalidad de trabajo con nuestro Grupo Estratégico de RSE que valida las decisiones y estrategias; por ello, nuestra intención es que esta herramienta incluya todos los procesos de gestión de la RSE desde los diálogos y debates llevados a cabo por este grupo, hasta las alertas sobre cumplimiento de expectativas y dificultades de ejecución.
Nuestra intención para 2012 es hacer un diálogo sobre la materialidad del reporte con los referentes para conocer su opinión. Tenemos empleados que son referentes de RSE en las distintas Unidades de Negocios del país y los formamos en el tema para que traten de replicarlo. En diciembre tuvimos una reunión de capacitación para actualizarlos en el tema y analizamos la materialidad del reporte de 2011. Aún estamos procesando los resultados. Nos convence mucho esta estructura de reporte como para poder replicarla en el próximo, por cómo abarca cada temática.
¿Qué repercusión tuvo entre los colegas la iniciativa de aplicar la ISO?
Entre las empresas que elaboran reportes, hay interés por conocer nuestro trabajo, para ello estamos elaborando una versión resumida y una virtual. El Reporte siempre se presenta primero para la Asamblea General de la empresa y luego se distribuye a todos los interesados.
En un par de años ISO hará una revisión de la norma y siempre se vuelve a debatir el tema de la certificación. Ustedes que implementaron esta norma, ¿creen que debería o podría ser certificable?
En lo personal entiendo que no debería ser certificable, por la misma razón de que es una norma amplia. Es más útil como una guía que sirva a cualquier tipo de organización, certificarla no me parece necesario.
Hasta el momento ustedes son la única empresa que se animó a aplicarla, ¿por qué crees que sucede esto?
Primero porque la gente no la conoce. Además, los que conocen las normas ISO y sus exigencias tienen como una aversión mucho mayor para aplicarla. En los foros de la ISO muchos consultan y se interesan por quienes nos animamos a trabajar con ella. Lo que no se conoce es que es una guía, que con sólo aplicar a una materia de la ISO ya se está habilitado para comunicar la adopción de la norma.
En algunos países, se está usando la validación externa, una especie de validación o auditoria social hecha por consultoras y ONG, ¿Cómo ves esta iniciativa?
Nosotros verificamos la AA1000 porque da seriedad al proceso. Lo hicimos a través de diálogos supervisados por Bureau Veritas y luego revisados para valorar el grado de satisfacción de las expectativas. Todo esto ayuda a la seriedad del proceso. Incluso la AA1000 puede verificarse por cualquier organización no sólo a través de un ente verificador. Y en la ISO puede haber un camino similar, por ejemplo, empresas que trabajen en temas controversiales pueden poner a la población afectada a validar el proceso. Pero es un punto al que habría que analizarlo muy bien. Los temas ligados a las certificaciones no son muy debatibles. La ISO 26000 no fue creada con la intención de que fuera certificable, por eso es una Guía.
Para finalizar, hablemos de otro mito, ¿usar la ISO 26000 resultó más caro?
No, para nada. Porque no hay que certificarla. Nosotros al hacer el curso con IRAM obtuvimos la norma como material de trabajo. Entonces sólo implica capacitarse y aplicarla.