¿Le importa la RSE a la gente?

03.04.2011 | Articulos de opinion

Por Alejandro Langlois* La agenda de la responsabilidad social empresaria (RSE) está hoy impulsada por las empresas, los organismos internacionales, las ONG y los Gobiernos.


No es mucho lo que se sabe sobre cómo está evaluando la gente este fenómeno, ya sea en su condición de ciudadanos o en el rol de consumidores. Existen algunos estudios de opinión pública que nos pueden proveer ciertos indicios.

El 47% de los argentinos conoce el término RSE, según una encuesta de la consultora IFOP Latin American de 2004, y considera muy importante este nuevo rol de la empresa.

Pese a que hoy predomina cierta visión restringida de la RSE, que tiende a identificarla sólo con las relaciones solidarias con la comunidad, un 28% de los consultados la asoció espontáneamente con “cuidar a los empleados”, como respuesta mayoritaria. En cambio, “realizar beneficencia hacia afuera”, aparece recién en quinto lugar.

Se deduce que la opinión pública estaría priorizando, desde el sentido común, la dimensión “hacia adentro de la empresa”, motivada tal vez por el acuciante drama del desempleo.

Un sondeo de la consultora Mora y Araujo sobre la relación entre empresa y sociedad realizado el año pasado muestra que un 83% de las personas consideran muy importante la RSE, y que un 70% estarían dispuestos a modificar su decisión de compra hacia una empresa responsable.

Según el estudio, un nuevo sector “socialmente demandante” reclama que las empresas vayan más allá del mero cumplimiento de la ley y realicen una contribución mayor a la sociedad.

Si bien la RSE se está instalando en las empresas argentinas, todavía no existe un consenso definido sobre cómo enfocar la comunicación de estas nuevas prácticas. Hay compañías que aún hoy son temerosas de que esta comunicación sea confundida con una especulación vinculada con el marketing y la construcción de imagen.

La crisis económica que atravesó nuestro país en los últimos años arrastró hacia el descrédito a casi todas las instituciones. Las empresas no fuero inmunes.

En este contexto, se hace preciso que las empresas se asuman como actores del desarrollo social, comunicando sus buenas prácticas y actuando con transparencia en su rendición de cuentas a la sociedad.

Involucrar a toda la ciudadanía en este proceso y promover su participación, se impone como un desafío fundamental para consolidar un escenario de cambio social hacia el desarrollo sustentable.

* Director de ComunicaRSE