El titular del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) brindó una conferencia sobre la sustentabilidad como desafío estratégico. “¿Por qué la industria textil puede llegar a ser no sustentable?”, disparó Martínez ante un auditorio repleto de interesados, y continuó: “Existen varias razones: porque en su actividad agote los recursos naturales de los que se nutre, porque impida una vida humana digna por la acumulación de residuos que genera, porque produzca bienes y servicios que tengan un uso acotado y finito y, finalmente, porque la misma cadena de valor sea responsable de generar situaciones de inestabilidad social que haga que a ese escenario se lo califique como no sustentable”. De cara a este escenario, Martínez expresó que el concepto de sustentabilidad se sostiene no sólo por una cuestión ambiental o económica exclusivamente, sino que se debe tener en cuenta la equidad laboral en el sector. En este sentido, señaló que la cadena de valor tendrá sustentabilidad si encuentra la forma de incluir a los que hoy están fuera de la legalidad y la dignidad, garantizando un acceso a los consumidores que evite la sobre-ganancia, fruto de que alguien pueda vender a un precio excesivo algo cuyo costo de fabricación es significativamente menor.

En la apertura del congreso se planteó desde el sector privado que es necesario tener en cuenta que al analizar los costos operativos que tienen las grandes marcas, una parte, no de menor importancia (campaña publicitaria, valor del local, aumentos salariales), queda justificada para estas empresas que tributan de una forma gravosa y que facturan todo por el canal formal.

Desde el INTI, su titular respondió que “para dar un solo ejemplo, los grandes shoppings del área metropolitana constituyen un monopolio, porque la gran mayoría pertenecen a una o dos empresas. Eso no va a la ganancia del que vende, pero sí sale del bolsillo del que compra. Y nunca nos sentamos para discutir sobre cómo se hace para que el que compra ponga menos plata, el que vende obtenga la misma ganancia y el shopping no obtenga una ganancia monopólica. Por eso en el INTI trabajamos en la búsqueda de escenarios innovadores y permanentes, donde los productores tengan un acceso mucho más directo a los consumidores y formen parte del conjunto de acciones necesarias para una mayor sustentabilidad”.

Por último, Martínez se dirigió a los representantes del sector productivo exhortando a la autonomía tecnológica y al trabajo conjunto sobre lo cual expresó: “Tener un sector que depende en su grueso de materias primas importadas es inexorablemente una debilidad. También es débil depender de una máquina importada pero, más aún, de un conocimiento de proceso ajeno. Existen incógnitas interesantes a preguntar cuyas respuestas nos darían una mayor autonomía tecnológica. Por eso los convocamos, porque creemos que para encontrarlas es fundamental el trabajo en común”.

Se realizaron conferencias simultáneas, mesas redondas y sesiones plenarias en diferentes temáticas del sector, con temas como: tecnologías de color sin contacto; procesos de tintura a partir de colorantes naturales; producción de fibras de camélidos como promotor de la agricultura familiar en la puna jujeña; tratamiento de efluentes en la industria textil; la producción de la seda y políticas públicas estratégicas para sostener el crecimiento de la actividad textil, entre otros temas sobre tecnología y producción en el sector. El encuentro culminó con un foro de debate sobre los futuros retos del rubro y la presentación de las últimas innovaciones en el sector textil en diferentes áreas y disciplinas de investigación y desarrollo tecnológico aplicado.