Los esfuerzos de lucha contra el fraude y la corrupción estarían disminuyendo

17.06.2014 | Gestión

Se presentaron los resultados de la última encuesta sobre Fraude Global de la consultora Ernst & Young que revelan que los esfuerzos de cumplimiento parecieran estar perdiendo impulso. Una de cada cinco empresas aún no tiene una política de este tipo; menos de un tercio de las empresas tiene programas de anticorrupción y debida diligencia; y 45% de las organizaciones no cuentan con una línea o canal de denuncia. El CyberCrimen se presenta como una nueva amenaza a los negocios todavía con bajo nivel de percepción.


Se presentaron los resultados de la última encuesta sobre Fraude Global de la consultora Ernst & Young. Entre los resultados más destacados tenemos:

1. Los gobiernos están tomando pasos decisivos  en la lucha contra el fraude, el soborno y la corrupción:

La Ley “Foreign Corrupt Practices Act” de EE.UU. que legisla las prácticas de corrupción en el extranjero es destacada como la referencia en la materia. En 2014, esta ley aplicó una multa por fraude a una empresa por más de 200 mil millones de dólares. En Inglaterra se está poniendo en práctica la nueva Ley de soborno aprobada en 2013 y Alemania e Italia están tomando enfoques más agresivos en el tema. En diciembre de 2014, se sustituirá el Marco de Control Interno de EE.UU aprobado en 1992 por uno nuevo que tendrá controles antifraude más estrictos. 

2. Nuevos riesgos: El CyberCrimen:

El cybercrimen se presenta como una nueva amenaza para los negocios. Pese a esto es bajo el porcentaje de directivos que lo perciben como un problema significativo. EY sostiene que la naturaleza de la amenaza parecería estar mal entendida. 

3. Los riesgos tradicionales del soborno y la corrupción siguen sin disminuir:

El 46% de los directores financieros (CFO) encuestados declaró que justificaría la siguiente lista de acciones cuestionables:

Los resultados del estudio proporcionan una advertencia a los consejos de administración, los esfuerzos de cumplimiento parecieran estar perdiendo impulso. El porcentaje de empresas que tienen Políticas de anticorrupción y fraude solo ha aumentado en un 1% con respecto a los dos últimos años.  

Una de cada cinco empresas aún no tiene una política de este tipo. Además revela que se ha reducido la cantidad de información sobre temas de cumplimiento. Menos de un tercio de las empresas realizan programas de anticorrupción y debida diligencia como parte de su proceso de fusiones y adquisiciones. 45% de las organizaciones no están mitigando los riesgos mediante la introducción de una línea o canal de denuncias. Las actividades de marketing no son incluidas en las evaluaciones de riesgos.

4. Son necesarios mayores controles a la alta dirección:

Los directores generales (CEOs) son tres veces más propensos que otros ejecutivos a pagar un soborno por lo que es clave su involucramiento en programas de cumplimiento. 

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