"No hay inclusión financiera sin inclusión tecnológica"

27.07.2015 | Entrevistas

Durante la cobertura de prensa del III Foro BASE Internacional, ComunicaRSE dialogó con Jorge Ortega, Líder de Inclusión Financiera para Latinoamérica y el Caribe de Visa, sobre la estrategia de negocios inclusivos de la empresa y sobre el rol de la tecnología para potenciar la inclusión financiera en América Latina. Ortega destacó el rol de los gobiernos en términos de incentivos y facilidades para impulsar emprendimientos.


¿Por qué una empresa como Visa se involucró en temas de inclusión financiera?

Visa viene trabajando hace 50 años en inclusión financiera, con otro nombre quizás pero de todas maneras el foco era el mismo. Participamos desde hace muchos años en iniciativas como dispersión de fondos de gobierno, nuevos productos de prepago, nóminas, incentivos.

Al principio hablábamos de responsabilidad social y hoy hablamos de inclusión financiera como parte integral de nuestro negocio a largo plazo.

En el Foro Base se identificó a las entidades financieras y la sociedad civil como dos actores claves para trabajar en temas de inclusión y negocios con la base de la pirámide.  En tu opinión, ¿estos sectores trabajan en correlación o compiten por el mercado de la inclusión?

Yo creo que hasta hace unos años cada actor tenía una agenda propia para avanzar en inclusión financiera. Pero esto hoy es distinto, hoy hay mayor colaboración entre ambos actores. Además del sector financiero se están sumando otras industrias como empresas de consumo masivo, de tecnología, fondos de inversión, publicaciones. Creo que se han multiplicado los actores que están trabajando en inclusión financiera.

La tecnología y el abarramiento de costos transaccionales

abren una gran oportunidad para que la inclusión financiera se desarrolle.

Por ejemplo, Visa ha lanzado “La Pos”, un servicio de pago electrónico que utiliza dispositivos móviles o tablets para abonar. A las personas que están fuera del sistema financiero se les facilita el acceso a tarjetas para utilizar este beneficio de pospago. Es un programa publico privado entre el Servicio de Administración Tributaria (SAT), el Instituto Nacional de emprendedores y Visa.  Es un programa que se lanzó este año y cuyo objetivo es alcanzar 20 mil tabletas.

¿Cómo la tecnología móvil está influyendo en la inclusión financiera?

Para nosotros la tecnología es un agente democratizador. Es cada vez más barata, accesible y masiva. Creemos que no hay inclusión financiera sin inclusión tecnológica. Lo interesante es que la tecnología no solo facilite la vida sino que se convierta en un generador de ingresos para el comercio. Nosotros nos consideramos una empresa de tecnología más que una entidad financiera.

El perfil de los clientes que usan la tableta de Visa no está acostumbrado a usar la tecnología de esta manera, ¿cómo acompañan el proceso comercial y tecnológico con un proceso educativo?

Nuestro equipo de comunicación trabaja en educación financiera junto a 4000 estudiantes del CONALEP, un instituto técnico de tecnología de México, para acompañar a potenciales microempresarios en el uso del sistema de pago electrónico, y en cómo manejar la tableta como un mecanismo de ayuda. Es como la primera vez que aprendemos a usar el cajero electrónico, con el uso se va generando un hábito en las personas. Cuando el potencial cliente usuario vea la oportunidad que significa usar estas herramientas su aprendizaje será más rápido. El programa de entrenamiento y capacitación del microempresario inicia con la solicitud por la tableta. Si no está en el sistema financiero se le facilita al microempresario una tarjeta y luego un estudiante de CONALEP orienta al usuario en una capacitación de cuatro horas sobre los beneficios del servicio.

¿Cuál es el rol de gobierno en este programa?

Es fundamental su rol para este programa. En términos de incentivos el rol del gobierno es clave y necesario. Si no hay colaboración público-privada es muy difícil avanzar. Por eso creemos que como agente catalizador y de incentivos es fundamental. En México, el rol del gobierno podría facilitar los procesos para ser emprendedor. Ese podría ser otro rol del gobierno. En Uruguay por ejemplo el gobierno tiene una ley de inclusión financiera donde se favorecen los medios de pago electrónico y esto ha permitido una bancarización extendida.

En tema tasas de interés, ¿cómo se calcula la tasa para estos servicios?

El socio o institución que adquiere el servicio define la tasa de acuerdo al tipo de emprendedor y variables como ticket promedio, tipo de comercio, modelo de negocio.  Son tasas fijas mensuales, sin límites de uso. Nosotros buscamos que la propuesta de valor sea robusta para el emprendedor. Por ejemplo, Bimbo trabaja con nosotros pero con una propuesta de valor diferente. Hay adaptaciones según las necesidades del público. Interactuamos con 35 mil entidades financieras y podemos ir modulando las propuestas de valor, pero la entidad que tiene relación con el cliente es el que define la tasa.