Perder el miedo a la diversidad

22.06.2011 | Gestión

El 80% de las empresas que gestionan la diversidad reconocen que es el motor de la innovación en la compañía. Ser capaces de aprovechar la oportunidad que brinda la diferencia de género, raza o condición es el reto que aún tienen por delante muchas organizaciones. El miedo y la confianza son las principales barreras.


 

El 90% de la población mundial es de color, el mandarín es el idioma más hablado y el 12% de los habitantes de la Unión Europea son discapacitados. Antes del año 2020 China y Estados Unidos serán las primeras potencias mundiales, mientras que India y China serán los principales mercados. Con estas perspectivas de futuro, gestionar la diversidad es una obligación para todas aquellas organizaciones que quieran ser competitivas.
"Nuestros clientes y proveedores son diversos, al igual que nuestros empleados y accionistas. En nuestra mano está ser capaces de gestionar estas diferencias de forma adecuada", afirmó María Eugenia Girón, patrona de la Fundación para la Diversidad, en un foro organizado por esta institución en Madrid. Coca Cola, Banesto, Iberdrola, MSD y Sodexo son las empresas que acudieron a este encuentro, que también contó con la presencia del vicepresidente de la CEOE, Jesús Núñez; y Javier Benavente Barrón, vicepresidente de la Fundación para la Diversidad y presidente de la Fundación Alares.
Una oportunidad y un riesgo
Personas de distinta raza, religión, procedencia y condición conviven a nuestro alrededor, de ahí que la diversidad haya adquirido el rango de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2001. Para Girón, la diversidad constituye un riesgo, porque se acomete lo desconocido, pero sobre todo una oportunidad: "El 80% de las empresas que gestionan la diversidad reconocen que es el motor de la innovación en la organización".
Compañías como Banesto, Coca Cola, MSD, Iberdrola y Sodexo, asistentes a este foro, ya están sacando partido de la diversidad de su plantilla. Para Ana Irusta, directora de diversidad y conciliación de Banesto, contar con los mejores en la plantilla y que además reproduzcan la estructura de la sociedad es fundamental: "Queremos personas comprometidas y que estén dispuestas a hacer las cosas bien. En el banco ya hemos identificado los procesos excluyentes y ahora es el momento de integrar la diferencia dentro de la organización".
Entre las líneas de actuación que destacó Irusta para conseguir este objetivo se encuentran la selección de sus empleados basada en competencias, el desarrollo del talento, las políticas segmentadas por colectivo y un proceso de mejora continua. Por otra parte, Banesto ha diseñado el ICRM, un sistema a través del cual el departamento de recursos humanos puede conocer la situación de cada empleado y su evolución profesional, "constituye una herramienta muy útil para del desarrollo", aclaró.
En Iberdrola han querido ir más lejos para potenciar la diversidad. Una de las competencias que se valora en el equipo directivo es su capacidad para gestionar la diversidad. "Esta capacidad se incluye en la evaluación de desempeño e impacta en el diseño del paquete retributivo del directivo", afirmó Mª Ángeles Alcázar, directora de proyectos sociales del Grupo Iberdrola.
El pensador
José María Gasalla, consultor, experto en desarrollo de organizaciones y profesor en el Esade, fue el encargado de cerrar este foro. Desde su punto de vista, la diversidad consiste en fragmentar la realidad para luego integrarla y ahí reside el error. "Pocas organizaciones son capaces de dar ese paso. La diversidad es un tremendo paradigma porque es lo que nosotros no somos. Tenemos miedo. Hay que romper con ese temor y tener la capacidad y la valentía de asumir riesgos", señaló Gasalla, quien añadió que la acomodación a lo conocido es el gran lastre que tienen las organizaciones para cumplir el reto de la diversidad.
(Montse Mateos para Expansión & Empleo)

El 90% de la población mundial es de color, el mandarín es el idioma más hablado y el 12% de los habitantes de la Unión Europea son discapacitados. Antes del año 2020 China y Estados Unidos serán las primeras potencias mundiales, mientras que India y China serán los principales mercados. Con estas perspectivas de futuro, gestionar la diversidad es una obligación para todas aquellas organizaciones que quieran ser competitivas.
"Nuestros clientes y proveedores son diversos, al igual que nuestros empleados y accionistas. En nuestra mano está ser capaces de gestionar estas diferencias de forma adecuada", afirmó María Eugenia Girón, patrona de la Fundación para la Diversidad, en un foro organizado por esta institución en Madrid. Coca Cola, Banesto, Iberdrola, MSD y Sodexo son las empresas que acudieron a este encuentro, que también contó con la presencia del vicepresidente de la CEOE, Jesús Núñez; y Javier Benavente Barrón, vicepresidente de la Fundación para la Diversidad y presidente de la Fundación Alares.

Una oportunidad y un riesgo

Personas de distinta raza, religión, procedencia y condición conviven a nuestro alrededor, de ahí que la diversidad haya adquirido el rango de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2001. Para Girón, la diversidad constituye un riesgo, porque se acomete lo desconocido, pero sobre todo una oportunidad: "El 80% de las empresas que gestionan la diversidad reconocen que es el motor de la innovación en la organización".

Compañías como Banesto, Coca Cola, MSD, Iberdrola y Sodexo, asistentes a este foro, ya están sacando partido de la diversidad de su plantilla. Para Ana Irusta, directora de diversidad y conciliación de Banesto, contar con los mejores en la plantilla y que además reproduzcan la estructura de la sociedad es fundamental: "Queremos personas comprometidas y que estén dispuestas a hacer las cosas bien. En el banco ya hemos identificado los procesos excluyentes y ahora es el momento de integrar la diferencia dentro de la organización".

Entre las líneas de actuación que destacó Irusta para conseguir este objetivo se encuentran la selección de sus empleados basada en competencias, el desarrollo del talento, las políticas segmentadas por colectivo y un proceso de mejora continua. Por otra parte, Banesto ha diseñado el ICRM, un sistema a través del cual el departamento de recursos humanos puede conocer la situación de cada empleado y su evolución profesional, "constituye una herramienta muy útil para del desarrollo", aclaró.

En Iberdrola han querido ir más lejos para potenciar la diversidad. Una de las competencias que se valora en el equipo directivo es su capacidad para gestionar la diversidad. "Esta capacidad se incluye en la evaluación de desempeño e impacta en el diseño del paquete retributivo del directivo", afirmó Mª Ángeles Alcázar, directora de proyectos sociales del Grupo Iberdrola.

El pensador
José María Gasalla, consultor, experto en desarrollo de organizaciones y profesor en el Esade, fue el encargado de cerrar este foro. Desde su punto de vista, la diversidad consiste en fragmentar la realidad para luego integrarla y ahí reside el error. "Pocas organizaciones son capaces de dar ese paso. La diversidad es un tremendo paradigma porque es lo que nosotros no somos. Tenemos miedo. Hay que romper con ese temor y tener la capacidad y la valentía de asumir riesgos", señaló Gasalla, quien añadió que la acomodación a lo conocido es el gran lastre que tienen las organizaciones para cumplir el reto de la diversidad.

(Montse Mateos para Expansión & Empleo)