Taller sobre gestión de la RSE
Para conocer "Qué es y cómo se aplica el Balanced Scorecard en la gestión RSE", Acción RSE efectuó su séptimo Taller Abierto de Aprendizaje en Responsabilidad Social Empresarial del 2007, en el Hotel Plaza El Bosque. Francisco Cerda, Director de Desarrollo y Personas de la consultora Gestión Social, y Alex Ramos, Encargado de RSE de Gerdau Aza, fueron los encargados de presentar el tema a las más de setenta personas que asistieron al evento.
Pablo Vidal , director de Proyectos de la organización empresarial, abrió el taller señalando que el Balanced Scorecard (BSC) es una herramienta que permite alinear y movilizar a los miembros de una compañía hacia la estrategia planteada, en especial cuando ella apunta a una visión de negocios que integra la RSE. "Es el primer sistema de control de gestión que involucra las expectativas y acciones de los clientes y otros grupos de interés, como medios para lograr los objetivos de la compañía", señaló.
En la misma línea, Francisco Cerda explicó que para cumplir las estrategias planteadas en las empresas es fundamental contar con una herramienta de gestión como el BSC. Este instrumento tiene como base la misión y visión de la compañía, y trabaja las perspectivas financiera, de clientes y mercados, de procesos internos, y de aprendizaje y desarrollo. En cada una de estas áreas se plantean objetivos, indicadores que permitan medirlos, metas y planes de acción, con sus respectivos responsables.
A nivel de RSE, el consultor destacó que el BSC sirve como sistema de movilización y gestión en los niveles de procesos internos y aprendizaje y desarrollo, teniendo en cuenta a nivel global que el objetivo a largo plazo es agregarle valor a los accionistas, según lo describe el cuadro a continuación:
Entre los errores frecuentes que se producen al utilizar esta herramienta, Cerda destacó 10: que el BSC no se desprenda de la estrategia; tener demasiados indicadores, recomienda máximo 5 por perspectiva; objetivos sueltos, sin conexión y con distintos plazos; no contar con la aprobación de la alta dirección; o solo mantener el BSC en los niveles superiores; ser muy perfeccionista; ser "un proyecto más" y no una herramienta de gestión; no relacionarlo con las metas y los incentivos individuales; creer que un BSC perfecto en diseño, sistemas y prácticas es suficiente; y creer que va a resultar a la primera.
Alex Ramos de Gerdau Aza, empresa que utiliza el BSC en el área de RSE desde el 2004, coincidió también en que el BSC es una herramienta para ayudar a gestionar la estrategia de la compañía, es decir, "la forma a través de la cual se materializa nuestra visión y visión". Lo anterior partiendo de la base de que " si no puedes medirlo, no puedes gestionarlo".
Para la empresa, e l principal objetivo de las estrategias debe ser la búsqueda de la sostenibilidad: "Crecer creando valor de manera sustentable", a la vez que "ser una empresa siderúrgica global, entre las más rentables del sector". Es por ello que trabajan las cuatro perspectivas del BSC alineando el comportamiento de todos los miembros de la organización. Los beneficios tienen que ver con el recién mencionado alineamiento estratégico, la integración internivel, el seguimiento y control, su uso como herramienta de comunicación y motivación, y la mirada a largo plazo que otorga.
La construcción de la estrategia es un proceso anual, con objetivos que van siendo actualizados, eliminados, o modificados, según los resultados obtenidos y los aspectos a corto y largo plazo que se quieran trabajar. Hay reuniones mensuales a las cuales asisten todos los responsables de los objetivos y sus planes de acción. "De la revisión anual de la estrategia emergen los proyectos de RSE que debemos emprender para materializar nuestro deseo de ser sustentables", destacó Ramos.