Tomarán medidas contra el uso de bolsas de plástico

08.07.2011 | Mundo

El Gobierno chino prohibirá el uso de bolsas de plástico para frenar la polución, según ha anunciado su gabinete en la página web gubernamental. La medida será efectiva a partir del próximo junio y afectará a tiendas y supermercados, que tendrán que cobrar dinero a sus clientes por el uso de las bolsas o éstos deberán traerlas desde casa.


 

El objetivo es acabar con el consumo diario de más de 3.000 millones de bolsas de plástico, a razón de más de dos bolsas diarias por habitante, que obliga a refinar 5 millones de toneladas de crudo cada año. La ley contempla también la implantación de impuestos para desincentivar la producción y estimular el reciclaje.
Los establecimientos chinos se suelen caracterizar por un uso excesivo de envoltorios, y los dependientes de las tiendas suelen separar las compras entre productos fríos y calientes, grandes y pequeños o de comer y de droguería o papelería.
El pasado año la ciudad de Shenzhen (sur) ya puso en marcha una prohibición similar, mal acogida por los vendedores, que se quejaron de que los clientes dejarían de ir a comprar ante la perspectiva de tener que ir preparado con las bolsas a cuestas.
Desde cadenas como Walmart se ha querido defender su apoyo a la medida. La portavoz china del gigante norteamericano ha recordado que la compañía ofrece desde el año pasado bolsas de tela por 3 yuanes (unos 30 céntimos), una tercera parte de su precio de producción, aunque de momento sin demasiado éxito entre el público.
Ejemplo a seguir
De esta manera, se estrecha el cerco a la proliferación de las bolsas de plástico. En Londres, se estudia prohibir su uso. En Irlanda, se ha logrado reducir su circulación en un 90% tras imponer una tasa y este ejemplo es el modelo que proyecta seguir la Generalitat de Cataluña que estudia gravar su presencia con una tasa ecológica.
En el mundo hay cuatro medidas para controlar la perniciosa proliferación de estos envases: concienciación al usario; prohibición directa de su utilización; promoción del reciclaje, o la imposición disuasoria de tasas por el uso de plástico.
Londres y otras 80 ciudades británicas también están debatiendo la posibilidad de imponer esta prohibición para atajar una práctica que sólo en el Reino Unido es la causa de la puesta en circulación de 1.300 billones de bolsas de plástico cada año que, por ejemplo, matan la vida marina. En Sudáfrica hay multas de hasta 13.800 euros.
(El País)

El objetivo es acabar con el consumo diario de más de 3.000 millones de bolsas de plástico, a razón de más de dos bolsas diarias por habitante, que obliga a refinar 5 millones de toneladas de crudo cada año. La ley contempla también la implantación de impuestos para desincentivar la producción y estimular el reciclaje.
Los establecimientos chinos se suelen caracterizar por un uso excesivo de envoltorios, y los dependientes de las tiendas suelen separar las compras entre productos fríos y calientes, grandes y pequeños o de comer y de droguería o papelería.

El pasado año la ciudad de Shenzhen (sur) ya puso en marcha una prohibición similar, mal acogida por los vendedores, que se quejaron de que los clientes dejarían de ir a comprar ante la perspectiva de tener que ir preparado con las bolsas a cuestas.
Desde cadenas como Walmart se ha querido defender su apoyo a la medida. La portavoz china del gigante norteamericano ha recordado que la compañía ofrece desde el año pasado bolsas de tela por 3 yuanes (unos 30 céntimos), una tercera parte de su precio de producción, aunque de momento sin demasiado éxito entre el público.

Ejemplo a seguir
De esta manera, se estrecha el cerco a la proliferación de las bolsas de plástico. En Londres, se estudia prohibir su uso. En Irlanda, se ha logrado reducir su circulación en un 90% tras imponer una tasa y este ejemplo es el modelo que proyecta seguir la Generalitat de Cataluña que estudia gravar su presencia con una tasa ecológica.
En el mundo hay cuatro medidas para controlar la perniciosa proliferación de estos envases: concienciación al usario; prohibición directa de su utilización; promoción del reciclaje, o la imposición disuasoria de tasas por el uso de plástico.
Londres y otras 80 ciudades británicas también están debatiendo la posibilidad de imponer esta prohibición para atajar una práctica que sólo en el Reino Unido es la causa de la puesta en circulación de 1.300 billones de bolsas de plástico cada año que, por ejemplo, matan la vida marina. En Sudáfrica hay multas de hasta 13.800 euros.

(El País)