Un estudio revela mala imagen empresaria

29.08.2011 | América Latina

Estos son vistos como negativos y se los vincula a la política, evasión de impuestos, falta de cumplimiento de sus responsabilidades  ante sus colaboradores, explotación, daño ambiental y otros. Así lo evidencia  un estudio reciente de percepción efectuado por  Care  Ecuador. Según Karina Morales, funcionaria de esta ONG, la percepción varía según la ciudad. En Lago Agrio, por ejemplo, un empresario es algo similar al diablo. Además, el  pequeño empresario no se  considera como tal, el calificativo de empresario es para las transnacionales. "A ellas deben exigirles, a mí no", advierte.


 

En San Lorenzo, en cambio, el empresario es sinónimo de amo. No importan las condiciones laborales, porque al menos da trabajo. 
En urbes como Guayaquil y Quito es diferente. En Guayaquil se valora al comerciante que gana más. En Quito se reconoce que hay buenos y malos empresarios, que hay líderes empresariales con principios, que hacen obra social.
Para Care, todo parte de la  premisa   Responsabilidad Social Empresarial (RSE). ¿Qué es una empresa  socialmente responsable? El 77,3 % de consumidores y trabajadores del país lo desconoce.
Aunque el porcentaje de desconocimiento del término RSE  varía de acuerdo a las ciudades (ver cuadro), en todas supera el 65 %. A ello se añade que del rango de 108 países cuyas empresas tienen competitividad responsable (países que promueven  prácticas responsables en sus negocios), Ecuador está en el puesto 79.
Según el estudio local, los consumidores y trabajadores (sociedad civil en el eje  RSE, los otros dos elementos  son el Estado y la empresa privada), confunden  RSE con la filantropía o la limosna.
El estudio evidencia que para  los consumidores la  RSE no es un factor determinante al momento de motivar una compra. Es decir, factores como precio, publicidad o utilidad, importan más que  las condiciones laborales bajo las que se han producido los  bienes o servicios, o  si su producción  supone una degradación ambiental, etc.
En el país, dice Morales,  hay tres pymes que participaron de un proyecto con Swiscontac sobre  responsabilidad social: Floralp, Gráficas Paola y Fabricables. Pero  firmas más grandes como  Pronaca, OCP o Dole están también en esa línea.   Este tipo de empresas  aplica  prácticas que tienen que ver con comunicación horizontal, un equilibrio entre el trabajo y el hogar, etc. Ahí, por ejemplo, ya no cabe que un empleado no vaya a la presentación de su hijo en la escuela, "tiene que ir".
En otros países la sociedad  movió el tema en función de boicots, pero también con propuestas. Por ejemplo, Nike dejó de fabricar sus zapatillas en Asia por los problemas de trabajo infantil, los consumidores dejaron de comprar ese  producto, al igual que lo hicieron con el banano ecuatoriano, desde el informe de Human Rigths sobre el trabajo infantil.
(El Comercio)

En San Lorenzo, en cambio, el empresario es sinónimo de amo. No importan las condiciones laborales, porque al menos da trabajo. 
En urbes como Guayaquil y Quito es diferente. En Guayaquil se valora al comerciante que gana más. En Quito se reconoce que hay buenos y malos empresarios, que hay líderes empresariales con principios, que hacen obra social.
Para Care, todo parte de la  premisa   Responsabilidad Social Empresarial (RSE). ¿Qué es una empresa  socialmente responsable? El 77,3 % de consumidores y trabajadores del país lo desconoce.

Aunque el porcentaje de desconocimiento del término RSE  varía de acuerdo a las ciudades (ver cuadro), en todas supera el 65 %. A ello se añade que del rango de 108 países cuyas empresas tienen competitividad responsable (países que promueven  prácticas responsables en sus negocios), Ecuador está en el puesto 79.
Según el estudio local, los consumidores y trabajadores (sociedad civil en el eje  RSE, los otros dos elementos  son el Estado y la empresa privada), confunden  RSE con la filantropía o la limosna.El estudio evidencia que para  los consumidores la  RSE no es un factor determinante al momento de motivar una compra. Es decir, factores como precio, publicidad o utilidad, importan más que  las condiciones laborales bajo las que se han producido los  bienes o servicios, o  si su producción  supone una degradación ambiental, etc.

En el país, dice Morales,  hay tres pymes que participaron de un proyecto con Swiscontac sobre  responsabilidad social: Floralp, Gráficas Paola y Fabricables. Pero  firmas más grandes como  Pronaca, OCP o Dole están también en esa línea.   Este tipo de empresas  aplica  prácticas que tienen que ver con comunicación horizontal, un equilibrio entre el trabajo y el hogar, etc. Ahí, por ejemplo, ya no cabe que un empleado no vaya a la presentación de su hijo en la escuela, "tiene que ir".
En otros países la sociedad  movió el tema en función de boicots, pero también con propuestas. Por ejemplo, Nike dejó de fabricar sus zapatillas en Asia por los problemas de trabajo infantil, los consumidores dejaron de comprar ese  producto, al igual que lo hicieron con el banano ecuatoriano, desde el informe de Human Rigths sobre el trabajo infantil.
(El Comercio)