Inspección del trabajo en Europa: combatir el trabajo no declarado y la trata
Las inspectorías del trabajo en Europa enfrentan desafíos enormes. No sólo tratan de garantizar condiciones de trabajo decente, también contribuyen a combatir la trata y el trabajo no declarado. ComunicaRSE reproduce un documento que OIT EnLínea preparó con una serie de preguntas y respuestas con el objetivo de ayudar a los expertos de los países de la Unión Europea a compartir buenas prácticas y desarrollar directrices comunes sobre políticas para la inspección del trabajo y el trabajo no declarado.
¿De qué manera la crisis económica y social mundial afecta la labor de las inspectorías del trabajo?
Con frecuencia, las inspectorías del trabajo carecen de personal para la gran cantidad de tareas dentro de su mandato, y la crisis económica podría aumentar esta carga de trabajo. No obstante, a los inspectores se les pide cumplir con tareas que exigen buena planificación y gestión de las intervenciones, además de recursos financieros y económicos. Por otro lado, en algunos casos, la crisis ha afectado la administración laboral, y como consecuencia los recursos para la inspección del trabajo. Por lo tanto, fortalecer los sistemas de inspección del trabajo es, más que nunca, una parte integral de la respuesta política, como lo señala el Pacto Mundial para el Empleo de la OIT, adoptado por la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT en junio de 2009.
¿Cómo define la OIT al “trabajo no declarado”?
Si bien la OIT no tiene una definición legal internacional establecida de “trabajo no declarado”, se ocupa del tema cuando se refiere a la “economía informal”, es decir, una actividad económica realizada por trabajadores y unidades económicas que –por ley o práctica– no está cubierta o está insuficientemente cubierta por acuerdos formales. En Europa, por lo general, el “trabajo no declarado” comprende actividades legales que no son declaradas a las autoridades públicas.
¿Cuáles son los modelos de trabajo no declarado en la Unión Europea?
El trabajo no declarado puede encontrarse en una gran variedad de lugares de trabajo, desde pequeñas hasta grandes empresas, del sector de los servicios al de la construcción, de la industria a la agricultura. Están involucrados trabajadores con diferentes perfiles y trayectorias. El trabajo no declarado, debido a su heterogeneidad, es muy difícil de cuantificar y vigilar. En 2007, la Unión Europea realizó un estudio 2/ para medir el trabajo no declarado en toda la comunidad. El informe (Nota 1) encontró que los trabajadores no declarados son en su mayoría hombres (62 por ciento) y jóvenes, ya que dos terceras partes tenían menos de 40 años. El estudio también demostró que la proporción entre extranjeros y locales en trabajos no declarados era aproximadamente igual. Las dos categorías más representadas fueron los desempleados y los trabajadores independientes. Los grupos menos representados fueron los trabajadores domésticos y los pensionistas.
¿Cuál es la manera más eficaz para combatir el fenómeno del trabajo no declarado?
No hay una solución única para todos. Sin embargo, el objetivo general será, y debería ser siempre, disuadir el trabajo no declarado. Esto requiere de estrategias que combinan diversos elementos: un enfoque bien coordinado entre las autoridades administrativas a nivel nacional e internacional, y una combinación de concienciación, prevención y sanciones, así como la participación de los interlocutores sociales y autoridades judiciales.
¿Qué tipo de sanciones podrían ser más eficaces?
Las sanciones son el último recurso. Deberían ser elaboradas en conformidad, aplicadas de manera proporcionada y ser disuasivas. En algunos casos, las multas no son lo suficientemente significativas y el empleador está dispuesto a arriesgarse a emplear trabajadores no declarados mientras el costo previsto de la sanción sea menor que la diferencia entre el costo del trabajo de los trabajadores no declarados y los declarados. Por otro lado, si las sanciones son demasiado rígidas, podrían ocasionar la insolvencia del empleador. En pocas palabras, es necesario que las sanciones estén bien equilibradas.
El trabajo no declarado está estrechamente vinculado con la migración. ¿Cuáles son los desafíos específicos de los inspectores del trabajo en este sentido?
La situación es mucho más compleja cuando están involucrados migrantes indocumentados, porque los inspectores laborales no pueden rectificar la situación de los trabajadores sin permiso de trabajo. Esta situación representa un dilema ético para los inspectores laborales. Sin embargo, por otra parte, ellos deben informar a la policía o a las autoridades de migración. Los inspectores deben concentrarse en controlar las condiciones de trabajo y no se debería esperar que actúen como una forma de control de la inmigración. En relación a este problema, ellos necesitan tener familiaridad con los problemas que enfrentan los migrantes, como discriminación, barreras lingüísticas y dificultades dentro del contexto cultural. Además, es necesario que los inspectores del trabajo estén entrenados en aquellos sectores en los cuales predomina el trabajo clandestino.
¿Cuáles son los elementos principales en la formación de los inspectores del trabajo para sus tareas futuras?
En síntesis, los inspectores laborales deberían estar formados y capacitados, con recursos apropiados y suficientes a su disposición. Por ejemplo, necesitan de sistemas de recolección de datos y deberían tener la capacidad de compartir conocimientos e información, tanto dentro de los países como a través de las zonas fronterizas. Para facilitar esto, debería formularse e implementarse una estrategia exhaustiva a nivel de la UE para mejorar la coordinación entre los inspectorías del trabajo nacionales, con atención particular al trabajo no declarado y la trata. Elementos fundamentales pueden encontrarse en el Convenio No. 81 de la OIT y las normas internacionales relacionadas con la inspección laboral.