“Las empresas están adoptando este tipo de buenas prácticas no sólo por razones legales o éticas, sino porque realmente les representa un beneficio. Por ejemplo, las empresas tienen la posibilidad de reclutar personal en una gama de posibilidades más amplia, tienen la oportunidad de mantener, por más tiempo, a los buenos empleados, y esto se refleja también en la mejora de las relaciones con la comunidad y en la imagen general de la compañía” explicó a ComunicaRSE Cecilia Turck, Gerente de Relaciones Institucionales.
“La verdad es que éramos pocos, o se nos veía poco y, como sigue ocurriendo aún hoy, que una inmensa parte de la población creía que nuestro único medio de integración era haciendo reír a la gente o explotando el morbo de nuestra discapacidad. A más formación menos peso de nuestro físico, y por lo tanto mayor posibilidad de integración social, y a menor formación más peso asume nuestro físico, por tanto mayor dificultad para poderse integrar. ¿Pero qué hace la sociedad para poder facilitarnos este proceso de normalización de la diversidad de las tallas humanas? Planteado así, nuestra integración se transforma en un problema de derechos humanos y de igualdad de oportunidades para ejercer los derechos que la otra parte de la sociedad disfruta, como son acceso a un trabajo, acceso a la vivienda, accesos a los servicios públicos, acceso a la educación y acceso a una sanidad pública, derechos que nos amparan en la Constitución.” José Maria Alañá Negre, Fundación Alpe.
Es por eso que en SESA Select, Diego Echevarria y Rubén Milens ya han iniciado a trabajar en KROMBERG & SCHUBERT, haciendo tareas operativas en planta de producción.
“Es nuestro deseo poder seguir acompañando a nuestros colaboradores en este nuevo camino, cubriendo nuevos puestos y, poder brindar a nuestro personal en una nueva mirada reflexiva “donde la gente importa”, puntualizó Turck.