Poner en práctica planes de carrera para los empleados de una compañía puede convertirse en un elemento diferenciador que, según un artículo publicado por La Nación, permite que los colaboradores puedan fijarse expectativas realistas; identificar cuál es su situación actual así como nuevos desafíos a concretar; mejorar sus competencias personales; darle sentido a su contribución actual; y fortalecer su compromiso y sentido de pertenencia dentro hacia la organización.

A pesar de estos beneficios, la encuesta realizada por PricewaterhouseCoopers mostró que el 68% de las empresas no cuentan con planes de carrera para su personal, y de quienes sí los tienen, la mayoría se desarrollan en los niveles jerárquicos superior y medio. Más específicamente, el 75% de las empresas tienen planes de carrera en el nivel superior, 89% para el nivel medio y sólo el 34% de las compañías cuenta con estos planes en los niveles inferiores de la organización.

Cuando una empresa decide llevar a cabo planes de carrera, debe considerar la posibilidad de crecimiento vertical y lateral, dentro de cada área y entre ellas. Además, el beneficio es mayor cuando los planes de carrera son acompañados con planes individuales de desarrollo. Finalmente, el monitoreo es la función requerida para que los planes funcionen y se mantengan en línea con la estrategia global de la compañía.