El presidente José Mujica dedicó su audición radial en M24 para criticar a las empresas por su falta de “solidaridad” y por la ausencia de prácticas de Reponsabilidad social en el empresariado uruguayo.

"Desgraciadamente en el Uruguay no abunda la solidaridad de quienes, por razones económicas, podrán renunciar a parte de sus ganancias para volcarlos a la sociedad. Lo mejor que nos podría pasar es tener un empresariado que notoriamente hace un esfuerzo real a favor de las infinitas carencias sociales”, expresó el presidente recordando que en el primer mundo “cultivan la responsabilidad social (y) gastan una parte de sus ganancias en devolverle servicios a la sociedad. 

“Esta responsabilidad social abunda por su ausencia en Uruguay” afirmó convencido el mandatario. Descalificó como un “fraudulento mecanismo” las exoneraciones fiscales que se aplican a empresas que donan bienes o servicios a la educación pública.

“Para que algunas empresas contribuyan a veces con intentos sanos de enseñanza privada, a veces en cuestiones deportivas o aportes sociales, hubo que inventar el fraudulento mecanismo de canjear eventuales apoyos que se contabilizan por equivalencia fiscal. Es decir, tales impuestos son sustituidos por tales aportes. Y esto como línea en el fondo lo que establece es que sigue siendo el Estado que contribuye en cuestiones sociales”, sostuvo. 

“Para que se dé, hay que ejercitar una renuncia fiscal, no salen de la voluntad libérrima del empresariado, sino que en definitiva utilizan un mecanismo de transformar impuestos en aportes. Es como si el Estado cargara con la mochila de esos aportes´”, afirmó el presidente. Ayudaría, continuó Mujica, "tener un empresariado que sin pedir ventajas, sin sustituir necesidades fiscales, haga un esfuerzo real en las infinitas necesidades sociales del medio”. 

“Otro tanto podría hacer la política. Buena cosa fuera que el ejercicio de la política estuviera comprometido en esfuerzos concretos para ayudar a los sectores más débiles; sobre todo en el campo de la promoción para que se valgan por sí mismos”, explicó el mandatario.

Pero a su entender eso no ocurre porque “nuestra sociedad es tacaña en quienes más responsabilidad tienen” y “nadie debe de sorprenderse que ese egoísmo que suele acampar en las alturas, baje y se transforme en una tabla común”.

“No hay ser humano que no tenga nada para dar. Pero esta actitud no es precisamente un valor cultivado en nuestra sociedad, es un lamentable ausente y explica algunos de nuestros raquitismos y la contradicción de estar en un país inmensamente rico y sin embargo tener enormes dificultades”.

“Cuanto más rica es una sociedad, más egoísta se pone”, concluyó el presidente.