La OIT, Noruega y Suiza incentivan la competitividad y sostenibilidad de las PYMEs
La segunda fase del programa SCORE (Sostenibilidad por medio de Empresas Competitivas y Responsables) apunta a mejorar las condiciones laborales y la productividad en las pequeñas y medianas empresas alrededor del mundo.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos (SECO) de Suiza y la Agencia Noruega para la Cooperación al Desarrollo (NORAD) firmaron un acuerdo de proyecto de cooperación para apoyar a las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) en la creación de buenos empleos y crecimiento económico.
El programa SCORE (Sostenibilidad por medio de Empresas Competitivas y Responsables) ayuda a las empresas a alcanzar una situación que beneficia a todas las partes: un incremento de la productividad de las empresas y mejores condiciones de trabajo para los que allí trabajan.
“Para millones de personas en el mundo, las PYME ofrecen la oportunidad de un empleo, un salario y un futuro. Programas como SCORE, que ayudan a las PYME a ser competitivas y sostenibles, contribuyen con la creación de empleos de calidad y con el crecimiento económico en la economía mundial”, declaró el Director General de la OIT, Guy Ryder, durante la firma del acuerdo.
Este acuerdo da inició a la segunda fase del programa SCORE tras la exitosa conclusión de su primera fase, que comenzó en 2009. La segunda fase del programa tendrá una duración de cinco años, con un presupuesto de alrededor 19,5 millones de dólares.
La formación SCORE presenta las mejores prácticas a nivel internacional en los sectores de la manufactura y los servicios, y orienta a las empresas a adoptar prácticas responsables en el lugar de trabajo, a ofrecer trabajo decente y a ser competitivas y sostenibles. Durante los últimos tres años, empresas y empleados de diversos sectores se han beneficiado del programa: cultivadores de flores en Colombia, distribuidores de repuestos de automóviles en Indonesia, fabricantes de muebles en Vietnam, constructores de viviendas ecológicas en Sudáfrica, y fabricantes de productos manufacturados en India, Ghana y China.
En todos estos países, los gobiernos, los empleadores y los sindicatos han sido socios imprescindibles para SCORE. Ellos han proporcionado orientación al proyecto, contribuido con la concepción de la formación y garantizado su calidad, elegido los formadores y estimulado la participación de las empresas.
Como resultado de la formación SCORE, algunos emprendedores escépticos han comprendido que actuar para mejorar las condiciones de trabajo es bueno para los negocios. Los resultados que han referido son considerables: disminución de productos defectuosos, menor ausentismo, mejor protección de la salud y seguridad, incremento de la calidad y progresos significativos en la cooperación en el lugar de trabajo.
Beatrice Maser Mallor, Embajadora y Directora del Programa de Cooperación Económica y Desarrollo de SECO, señaló: “Gracias al programa SCORE, hemos podido constatar cómo las normas de la OIT pueden convertirse en realidad a nivel de empresa. Al favorecer el diálogo social de calidad y a través de la aplicación de la formación que reciben en materia de calidad y productividad, de una producción más limpia, recursos humanos, y salud y seguridad en el trabajo, este programa ha tenido un impacto directo y positivo sobre las condiciones de trabajo”.
Los resultados demuestran que la mejora de la calidad y la productividad no implica una reducción del compromiso social. “SCORE ha demostrado que las buenas prácticas de trabajo y el respeto por los valores humanos fundamentales van de la mano con eficiencia y ganancias mayores”, agregó la Embajadora.
Steffen Kongstad, Embajador y Representante permanente de Noruega ante las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra, comparte esta opinión: “Mejores condiciones de trabajo contribuyen con el bienestar de los trabajadores, incrementan la competitividad y son buenas para la productividad y los negocios. El programa SCORE ha obtenido resultados considerables para las PYME que compiten en la cadena de valor mundial”.
La primera fase del proyecto benefició a más de 50.000 trabajadores y dirigentes de las 308 PYMEs participantes. La fase 2 del proyecto continuará sobre esta base, con el objetivo de alcanzar a otras 800 PYMEs que representan a alrededor de 100.000 empleados. Esta fase además pondrá una mayor atención en el desarrollo de las capacidades de los socios nacionales, incluyendo las instituciones, los sindicatos, las asociaciones de empleadores y los gobiernos, para que impartan y mantengan el programa de formación de manera independiente.