Si bien en las últimas décadas los países BRICS han sido los motores del crecimiento de la “clase media mundial”, muchos de estos hogares siguen estando cercanos a la línea de pobreza moderada. En el contexto actual, la continuidad de las elevadas tasas de crecimiento económico que apoyan a la clase media no pueden darse por descontadas.

Es importante tener en cuenta, sobre todo aquellos entre nosotros que somos responsables del empleo y de la protección social, que el crecimiento no es todo: un crecimiento elevado no garantiza el trabajo decente, la inclusión y la equidad.

Hay una creciente necesidad de inversiones públicas en infraestructura para estimular la creación de empleo y a la vez abordar las cuestiones de productividad y transformación económica. Además, otro instrumento para crear más y mejores empleos es la modernización de las empresas.

Está claramente demostrado que las empresas que logran una mayor productividad a través de la innovación de sus productos o procesos son también las que tienen un crecimiento del empleo más alto. Es clave el papel de las pequeñas y medianas empresas (PYME) como las principales proveedoras de empleo en los países BRICS. La OIT ha hecho de la productividad y las condiciones de trabajo en las PYME un área prioritaria de acción durante los próximos dos años.

Hago un llamado a los países BRICS para construir puentes sólidos y una comunicación constante entre los proveedores de formación y las empresas a fin de hacer corresponder la oferta de competencias con las necesidades y demandas de mano de obra, y garantizar la participación directa de los empleadores y de los trabajadores en el proceso junto al gobierno.

La formación continua en el lugar de trabajo y el aprendizaje a lo largo de la vida permite que los trabajadores y las empresas se adapten a un ritmo de cambio cada vez más rápido. Para ajustar la oferta y la demanda de competencias, un papel importante corresponde a los servicios públicos de empleo. Estos organismos pueden ayudar a poner en contacto las empresas con los trabajadores y también con las instituciones de formación.

Hoy, ante los delegados que participan de la primera Reunión de ministros de Trabajo y Empleo de los países BRICS, les pido que den prioridad en sus países a reforzar los sistemas de pensión para la población activa de hoy a fin de garantizarle una seguridad de ingreso cuando envejezca. Los países BRICS se ha avanzado mucho en materia de protección social pero, más allá del actual esfuerzo financiero, hay que actuar sobre los mecanismos utilizados para ofrecer cobertura, sobre la adecuación entre los niveles de prestación y la solidez de las capacidades institucionales a fin de hacer frente a la evolución de las estructuras del mercado laboral.

Los Convenios y Recomendaciones de la OIT en materia de protección social  ofrecen un asesoramiento bien fundado sobre el fortalecimiento de la protección social y las pensiones, consejos que pueden ser aplicados por todos los países, sin importar su nivel de desarrollo, y que han sido probados a lo largo del tiempo.