El documento ilustra cómo las leyes existentes están siendo revocadas por el lobby de la Industria de Alimentos gracias a que invierten un estimado de 21,3 millones de euros al año para presionar a la Unión Europea a no regular el control del consumo de azúcar.

Los grupos de presión detrás de la Industria de alimentos y bebidas azucaradas utilizan las siguientes estrategias para anular la legislación:

• Presionar por acuerdos de libre comercio y unidades de desregulación que atenten contra las leyes vigentes;
• Ejercer una influencia indebida sobre los organismos reguladores de la UE;
• Captura de los conocimientos científicos;
• Defensa de leyes más débiles y puja por la voluntariedad;
• Utilizar a grupos de consumidores para presionar a su favor;

La Unión Europea busca desde hace años regular límites de consumo de azúcares en los alimentos procesados a través de impuestos y etiquetados.

Katharine Ainger, periodista independiente y co-autora del informe citado, dijo: "Mientras que muchos estudios científicos independientes muestran una clara relación entre el consumo excesivo de azúcar y los riesgos graves para la salud, todavía no hay un consenso entre los legisladores de la UE para regular este tema y esto demuestra lo poderoso que es el lobby de esta industria”.

"Las recomendaciones  científicas están siendo marginadas por los miles de millones de euros que respaldan la industria azucarera. En su falta de honradez y su indiferencia por la salud, la industria de alimentos y bebidas rivaliza con las tácticas que hemos visto en el lobby del tabaco durante décadas".